Hoy vas a adentrarte en el fascinante mundo de los dulces extremeños, pero no unos cualesquiera sino unos bastante desconocidos por su nombre y forma. No solo la Navidad está impregnada de azúcar. También lo está esta remota región con un nombre sacado de Rusia relacionada con las deportaciones y los trenes. Descubre el rico patrimonio repostero de esta comarca de Extremadura tan golosa.
Dulces extremeños siberianos
Estamos en Navidades, época de dulces. Todos conocemos el turrón o el mazapán. Sin embargo, existen otros aún desconocidos para el público general. Hoy nos desplazamos a la Siberia Extremeña, una comarca pacense. Has leído bien: Siberia. El nombre proviene de las pésimas comunicaciones existentes en la zona durante la época que se construyó el transiberiano ruso. Había aldeas tan remotas que distaban hasta 200 kilómetros del principal núcleo urbano: Badajoz.
Los dulces de esta comarca, que apenas supera los 20 mil habitantes, son muy variados. Como comprobarás a continuación, muchos están vinculados a los difuntos. Esto es debido al respeto de los siberianos extremeños por sus seres queridos que ya no están. Así pues, es costumbre homenajearles y tenerles presentes. También se debe añadir el arraigo cultural del catolicismo y el desarrollo de la repostería que ha tenido lugar en los conventos.
Bodigos
Es un postre muy rico y contundente del pequeño municipio de Tamurejo. Se trata de un dulce un poquito más conocido del que queda constancia de él en la RAE. Esta lo define como un panecillo de la flor de la harina que se lleva a las iglesias como ofrenda. Es típico del Día de Todos los Santos. La tradición consiste en que los jóvenes se van al campo a «comerse el bodigo» junto a castañas, nueces e higos. A degustarlos en dicho día. Su mayor exponente es la panadería La Hermana Antonia, un referente del pan artesano en Extremadura.
En resumidas cuentas, se trata de una «empanadilla» rellena de dulce. Su masa se hace a partir de harina, azúcar, anís, manteca de cerdo y cáscara de naranja. El relleno, por su parte se hace a partir del dulce de los tomates, calabazas o de leche condensada.
Candelillas
A simple vista es difícil conocer con qué están hechas. Se tratan de un dulce preparado a base de una masa de harina frita bañada en miel caliente. Ha formado parte de los banquetes de todo tipo de fiestas en Extremadura durante muchísimo tiempo. Además, destacamos que también poseen otros nombres. En algunos lugares las encontraras como roscas de piñonate, rebanás o roscas de muédago.
La presentación es vistosa y puede consistir en porciones individuales o en el rosco tradicional. Destaca en ellas el aroma a naranja debido al baño de la cáscara de esta en el aceite de oliva empleado. En resumidas cuentas podemos hablar de una masa de harina y huevo que se moldea en bastoncitos antes de freírla.
Canelones de miel
Se trata del más empalagoso de la lista y procede de Puebla de Alcocer. La clave de este plato es hacer una gelatina con miel y agar-agar. Esta se vierte sobre una superficie plana y se corta en los cuadraditos que envolverán el requesón. En los dulces extremeños las mayores innovaciones tienen que ver con la presentación. Así pues, hay quienes los colocan sobre pepitas de granada o una base de papaya en el plato. Resulta típico colocar piñones encima de ellos.
Chaquetías
También típicos del día de los difuntos. En esta fecha es cuando los vecinos de Herrera del Duque salen al campo para tomar la chaquetía. Se trata de una tradición muy similar a la de los bodigos. Además, muchos de los ingredientes de la masa de estas tortas tradicionales son los mismos. Hablamos de un dulce hecho a base de pan de masa, azúcar, huevos, aguardiente, anís en grano, manteca, harina y aceite. Suele tener forma de estrella, de flor, de herradura o de animales.
Estas se hornean y se adornan con productos tan típicos de la zona como almendras y nueces. Antes de llegar al campo es costumbre que los niños vayan de casa en casa entonando una cancioncilla. Dice así la letra: «Tía, tía, dame la chaquetía, que si no no eres mi tía».
Sepulturas
Hemos dejado para el final el dulce extremeño con el nombre más lúgubre. Provienen del mismo pueblo que las chaquetías pero no están relacionadas con la misma festividad. En este caso nos referimos a unos dulces en los que el ingrediente principal es la almendra. Esta forma parte de la masa al igual que la yema del huevo, harina, agua y canela. Se hornea al igual que la rosquilla con la única diferencia de que esta última emplea la clara. Curiosamente la sepultura es un dulce extremeño típico de las bodas. Quizá su nombre tenga algo de irónico.
Como puedes comprobar el repertorio es amplio. Esta es solo una pequeña muestra de la diversidad repostera que ofrece esta región poco poblada. Si quieres saborear los dulces extremeños y el encanto de estos pueblos los mejor será que acudas en persona a conocerlos.