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El baobab en la gastronomía

Una vez incorporado a las fatídicas listas de los superalimentos el baobab esta teniendo un aumento en el consumo en la gastronomía en todo el mundo. Y es que la palabra superalimento motiva  a muchos a pensar que será el alimento perfecto, saludable y que lo soluciona todo. El baobab es un buen alimento y  tiene propiedades interesantes a tener en cuenta, como muchos otros, en nuestra dieta.

El fruto del árbol africano del baobab tiene el mismo nombre y se cultiva principalmente en África y Australia. Este último país pone en valor el producto y destaca sus propiedades que habían pasado desapercibidas, como gran parte de la gastronomía y productos africanos. Es cierto que en el continente africano el árbol del baobab simboliza y tiene mucho misticismo pero más allá de todo ello el fruto  es saludable, nutricionalmente rico y gastronómicamente interesante.

Actualmente el baobab como producto ya esta en gran parte de los mercados internacionales. Tiene un aumento del consumo en Estados Unidos que es un gran generador de tendencias, también gastronómicas.

El baobab un buen producto para la gastronomía

fruto del baobab
Fruto del baobab partido/Fuente: Pixabay

El baobab es un fruto de unos 30-40 cm muy similar al cacao o a un melón. Cuando madura y cae del árbol se recogen y en su interior se aprecian multitud de semillas y una pulpa blanquecina. De estos frutos, después del secado, se extrae una harina que la podemos utilizar en muchas elaboraciones.

De la harina o polvo del baobab se pueden destacar varias propiedades. Quizá las más relevantes son la gran aportación de hierro así como de otros minerales como el calcio y el manganeso. Es también muy rico en fibra y vitaminas. Su nivel de nutrientes y minerales lo hacen un producto realmente rico que se debe ser prudente ya que al ser en polvo es fácil que los consumos puedan ser excesivos por personas especialmente motivadas a los superalimentos.

En la cocina y la gastronomía se puede añadir como producto a multitud de platos y elaboraciones. Desde la preparación de carnes estofadas, cremas de verduras, batidos, sopas. También en la elaboración de postres como bizcochos, galletas y pasteles así como helados.

 

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