En verano hay más posibilidades de que los alimentos se contaminen o que se creen en ellos bacterias. Esto se debe a las altas temperaturas y a una serie errores veraniegos que seguro que has cometido alguna vez. Por ello, hoy vamos a darte unos consejos para evitar, principalmente, una toxiinfección alimentaria. Sigue leyendo con nosotros para poder descubrirlos y ponerlos en práctica.
¿Cuáles son los errores veraniegos más típicos con la comida?
A más calor, más fácil es que se reproduzcan las bacterias hasta provocar una infección. Por esta razón, el primer consejo que te damos para conseguir que esto no suceda es evitar, por ejemplo, llevar tortilla de patatas a la playa.
Hacer esto puede ser un grave error, ya que si la tortilla no está cuajada al 100% y no la has conservado bien en una nevera portátil, puede aparecer la temida salmonella. Esta bacteria no prolifera por debajo de los 4 grados, pero cuanto más cerca esté de los 37, su velocidad de reproducción se dispara.
Igualmente, es importante también que no cometas el error de cocinar hamburguesas o pechugas de pollo vuelta y vuelta rápidamente. Ya que si las descongelas a temperatura ambiente y encima no las cocinas bien puedes tener un buen susto.
El estafilococo, además de la salmonella, proliferan fácilmente en el pollo en temperatura ambiente. Por lo tanto, cocinarlos por encima de 130 grados es clave para destruir estas bacterias. Además siempre debes descongelar de forma general los alimentos en la nevera.
Los mejores consejos para evitar que se estropeen tus productos
La primera recomendación que te damos es llevar tu bolsa isotérmica a la compra. Es un paso de lo más sencillo del mundo y te ahorrarás que tus productos se estropeen, sobre todo en el caso del pescado, los huevos o la carne picada.
Del mismo modo, si se te olvida o no tienes la bolsa isotérmica, es muy recomendable que separes los productos refrigerados y los lleves dentro de la cabina del vehículo y no en el maletero, como solemos hacer, para evitar que se sobrecalienten.
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Otra gran sugerencia que debes tener en cuenta es comprar el melón y la sandía enteros. Aunque resulte tentador y más sencillo comprar el melón y la sandía cortados no te recomendamos hacerlo si el producto está fuera de la nevera. Por su gran contenido en agua es muy propenso a generar bacterias. La fruta, en general, es mejor cortarla en el momento de consumirla.
Asimismo, es mejor usar diferentes neveras para la bebida y para la comida. Esto se debe a una razón de peso. Y es que durante tu mañana en la playa, seguro que echas mano de las bebidas de forma recurrente. Al abrir y cerrar la nevera, esta se calienta y afecta a los alimentos. En cambio, si los alimentos van en una bolsa diferente, la puedes mantener cerrada hasta el momento justo de comer.
No olvides vigilar tus alimentos
Por último, dos consejos que pueden resultar obvios, pero que no todos aplican, son no perder de vista tus alimentos, sobre todo en jardines o en exteriores, y no cortar los alimentos con el mismo cuchillo y la misma tabla.
En el primer caso, debes sacar los alimentos y ponerlos en la mesa en el momento de ir a comerlos. Aunque no sean productos delicados, tenerlos al exterior los hace atractivos para insectos o animales de compañía. Los animales pueden ser portadores de gérmenes patógenos y parásitos que originan enfermedades de transmisión alimentaria.
De la misma manera, no es recomendable que cortes los alimentos con el mismo cuchillo y en la misma tabla. Ya que si haces esto sin limpiarlos bien cada vez que los uses, corres el riesgo de provocar lo que se llama contaminación cruzada. Es decir, contaminar un alimento con una bacteria por culpa de haber usado el mismo utensilio con el que ya habías manipulado alimentos contaminados.
Y tú, ¿cuántos de estos errores veraniegos cometes a menudo? Estamos seguros que te has identificado con alguno de la lista. Aunque, como has visto, aplicarlos resulta sencillo y puede librarte de toxiinfecciones peligrosas.
