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Gestión de residuos: imprescindible

El Plan de gestión de residuos es un prerrequisito incluido en el APPCC (lo explicaremos más adelante). Este prerrequisito es de obligado cumplimiento para todas las empresas y, su principal objetivo es minimizar al máximo el impacto medioambiental de los residuos. También ayuda a reducir el desperdicio alimentario. Por tanto, es un plan con grandes inquietudes éticas. En primer lugar, por nuestro planeta, el lugar dónde vivimos y qué tan bien nos alimenta. Y, en segundo lugar por respeto a todas aquellas personas que no tienen nada que llevarse a la boca ¡Sigue leyend0!

¿Qué es el APPCC? ¿Para qué sirve?

¿Qué es el APPCC? Seguramente si trabajas en la industria alimentaria sabrás de qué estamos hablando. Sin embargo, muchos consumidores desconocen su significado y utilidad. Pero, ¡para eso estamos nosotros! APPCC (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control ) es un documento obligatorio para cualquier empresa de alimentación (restauración, industria, «caterings», etc.) vigente desde el año 2004. Este sistema vela por garantizar la seguridad alimentaria reduciendo las posibilidades de intoxicaciones por alimentos. Así como minimizar los riesgos de contaminación alimentaria.

superhéroe contra el desperdicio
Se busca superhéroe contra el desperdicio de alimentos/Fuente: Pixabay

Su origen se encuentra en las misiones espaciales de la NASA y saltó al terreno de la alimentación a raíz de la crisis de las Vacas Locas. Desde ese momento, varios países han incluido este sistema en sus leyes, ya que resulta de gran utilidad. Todos los APPCC cuentan con varios prerrequisitos, estos son condiciones mínimas de higiene, como por ejemplo el control de aguas, la limpieza de las instalaciones, Plan de Formación, Plan de Buenas Prácticas de Higiene, etc. Entre ellos destaca por su novedad y obligatoriedad el Plan de gestión de residuos.

Prerrequisito del APPCC: Plan de gestión de residuos

No todos los prerrequisitos son de obligado cumplimiento, sin embargo, el Plan de gestión de residuos sí ¿Cuáles son sus objetivos? El plan tiene varios propósitos muy claros. En primer lugar, evitar que los residuos o subproductos procedentes de la actividad diaria de la empresa puedan contaminar los alimentos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria. En segundo lugar, minimizar el impacto medioambiental de los residuos. Y, en tercer lugar, evitar al máximo el desperdicio alimentario (cuestión sobre la que hemos hablado mucho).

Para reducir el desperdicio alimentario debemos evitar una generación excesiva de desechos. Es decir, tratar de no hacer comida de más o por lo alto. Aquí no vale el «mejor que sobre a que falte». Tratar de adecuarnos a la demanda del restaurante, por ejemplo.

No obstante, por ejemplo, Cataluña ha implantado la Ley 3/2020 del 11 de marzo de prevención de las pérdidas y desperdicio alimentarios. A través de esta ley los establecimientos de restauración están obligados a ofrecer al cliente una forma de poder llevarse a su casa la comida que le haya sobrado. Es una buena idea, sin embargo cabe destacar que esto es algo que ya llevan a cabo muchos restaurantes sin necesidad de estar obligados.

 

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Identificar qué es lo que se puede reciclar y qué no. Sabemos que los materiales que más generan los establecimientos son: plástico, vidrio, acero, aluminio, papel y cartón. Si observamos que nuestra actividad genera residuos difíciles de eliminar como el plástico debemos plantearnos: cambiar de proveedores o cambiar la oferta de nuestros productos. Otro de los puntos más importantes del Plan de gestión de residuos además de separar los residuos por orgánico, vidrio, plástico y papel o cartón es el aceite.

Gestión de residuos: el aceite

Los restaurantes utilizan mucha cantidad de aceite y, muchas veces lo reutilizan, pero lo más normal y adecuado es renovarlo constantemente. Esta práctica genera litros y litros de aceite que desechamos. Y, en restauración es muy común el uso de freidoras para hacer frituras. Por tanto, algunas de las opciones son utilizar un medidor para saber hasta qué punto es el aceite reutilizable. Para esta cuestión el plan alberga una obligación. Todas las empresas deben contar con un proveedor autorizado que gestione este residuo para asegurar su correcto reciclado.

Además de los puntos explicados en este artículo el plan incluye la elección correcta de productos y procesos (envases biodegradables, bolsas compostables, reciclado de agua, etc.), identificación de las condiciones de almacenaje, especificación de la retirada de residuos, desglose de actividades de comprobación, etc. A nosotros nos parece una excelente idea, siempre y cuando se proporcione un margen flexible a las empresas alimentarias para adaptarse. Es un cambio sencillo que implicará un gran cambio. Y a ti, ¿Qué te parece?

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