Las gominolas de vino suponen un cambio de paradigma. Con The Real Wine podrás disfrutar el sabor del buen vino antes de coger el coche. ¿Desde cuándo las chucherías solo son para niños? Hablamos de una delicatessen que los adultos más sibaritas pueden disfrutar de esta manera tan atractiva y original. Dales una oportunidad y déjate llevar por la sensación evocada por el vino pero sin emborracharte. ¿Ya puedes imaginarte la forma que tienen estos diminutos productos con sabor vinícola verdad?
Más que vino
El vino ya no es solo vino. Puede sonar descabellado pero normalmente es mucho más. Esto se debe a que quienes lo consumen también disfrutan de experiencias. Por esta razón es que los nuevos emprendedores en el sector vitícola toman un camino distinto al de sus predecesores. Ya tratamos en su ocasión la revolución que supone el vino enlatado. Pues hoy toca otro singular producto que consiste nada más y nada menos que de gominolas.
Suena loca e incluso contradictoria esta adaptación del dulce que disfrutan los niños. Sin embargo, las gominolas de vino de Vinoos by Ams van dirigidas a un público adulto. Las hay de diferentes clases, ya que están hechas para satisfacer distintos paladares exigentes. Chardonnay, riesling, sauvignon blanco o merlot son los diferentes tipos de uva empleados. Por si fuera poco, estos dulces encarnan tres tipologías diferentes de la bebida: rosado, cava y champagne.
Las creadoras de las gominolas de vino
Marleen Teters y Mireulle Reuling son las dos mujeres que han dado vida al proyecto. Ambas son holandesas y se conocieron trabajando en el mundo financiero de Ámsterdam. Compartían su pasión por el vino y decidieron poner en marcha las gominolas de vino tras una exposición de Reuling. Esta es una artista conceptual que instaló una exposición sensorial llamada The Wine Xperience en 2012. En ella trató de evocar las sensaciones a la hora de tomar el primer sorbo de una copa. Lo hizo estimulando todos los sentidos de los espectadores.
Las gominolas de vino eran la parte dedicada al gusto. De hecho, es esta sensación la que describen más asiduamente en su página web. Apelan a lo que siente una persona que se da un premio con una copa de vino tras una intensa jornada laboral. No obstante, esto no siempre es posible ya que muchas personas deben conducir. Con The Real Wine Gum puedes ahorrarte esos problemas, ya que carecen de alcohol. Además, son aptas para vegetarianos y veganos. Por no mencionar que no contienen gluten, grasas, gelatinas ni colorantes artificiales. Tampoco contiene lactosa ni frutos secos.
Éxito comercial
Este alimento está diseñado para que pueda disfrutarlas cualquier adulto. Las idearon para un tipo de público objetivo que disfruta las gominolas pero igual necesita una justificación para comerlas. Gracias a la pasión por la innovación y la creatividad de estas mujeres podrán hacerlo sin complejos. Además, quien lo haga podrá afirmar que está consumiendo un producto sofisticado. Es decir, una caja de unas pocas gominolas con forma de racimo de uvas te puede costar 7’5 euros. Con ese precio es normal saborearlas al máximo. ¿Dónde puedes encontrarlas?
The Real Wine gums no solo están presentes a través de Internet. En España puedes encontrarlas en la tienda Pablo Fuster Cavestany. Esta distribuye accesorios para el vino en Madrid. Además, está presente en establecimientos gourmet, hoteles lujosos y, ¿cómo no?, en El Corte Inglés. Se han lanzado a nuevos mercados como España tras su triunfo en Holanda. También los comercializan en lugares muy lejanos como Canadá, Australia y Nueva Zelanda, además de los países europeos más conocidos.
¿Son realmente nuevas las gominolas de vino?
¡Pues lo cierto es que para nada ya que su invención data de 1909!. Su creador fue un hombre inglés llamado Charles Gordon Maynard. Tuvo la mala suerte de que el fervor cristiano de su padre chocase con su nuevo desarrollo. Gerard Riley Maynard, profundamente abstemio, estuvo a punto de despedir a su hijo Charles de la tienda de chucherías. Tras un intenso y prolongado debate, Charles consiguió convencerle de que sus gominolas no llevaban vino como tal y no contenían alcohol. En ese momento el progenitor retiró su amenaza.
Así pues, las dos emprendedoras han rescatado un producto bastante antiguo. Conociendo su pasado no es que nos sea más fácil predecir su futuro. De hecho, es probable que no te sonasen estos dulces hasta haber leído este artículo. A pesar de ello gozan de cierta popularidad en el Reino Unido de mano de la compañía Maynards. Esperemos que su éxito se mantenga y que no queden relegadas al olvido de nuevo.