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La ONU insta a reducir el consumo cárnico

El cambio climático sigue siendo un quebradero de cabeza para el planeta y en uno de los objetivos del Acuerdo de París 2050 está implicado el hecho de reducir el consumo cárnico. Así se ha aconsejado desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras conocerse el pasado jueves un informe base para las negociaciones futuras. Se deben adoptar nuevos hábitos de alimentación, ya que es una de las soluciones comprobadas para detener las consecuencias del calentamiento global. Pero, ¿por qué se debe comer menos carne?

Los datos que justifican reducir el consumo cárnico

El documento revelador fue aprobado después de cinco días de reuniones entre 107 científicos durante la 50 sesión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En él se ha establecido, por primera vez, una relación directa que justifica los efectos de la degradación del suelo sobre el incremento de temperatura global. Por tanto, resaltan que es necesaria «una mejor gestión del suelo», además de reducir el consumo cárnico.

De esa forma, se abordarían problemas como la desertización, las zonas más áridas y la pérdida de biodiversidad, entre otros. Los datos lo dicen todo: el 37 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero proceden de la producción mundial alimentaria. Sin duda, aquí las industrias tienen gran parte de ‘culpa’, junto a otras actividades. Porque agricultura, deforestación e incendios forestales emiten el 23 % de gases contaminantes y al despilfarro de comida le corresponde el 10 %. 

¿Qué propone la ONU para dar solución?

Todo ello da razones a la ONU para pedir que se pongan en marcha políticas que disminuyan el derroche alimentario que se cifra entre un 25 y 30 % de todo lo producido. Igualmente, en la misma línea, se insta a que las medidas tomadas por los gobiernos «influyan en la elección de determinadas opciones alimentarias». En otras palabras, que se vayan adoptando dietas para reducir el consumo cárnico. Así, incluso se podría combatir la obesidad, enfermedad que afecta a casi dos millones de personas.

Carne de Polonia
Carne en una charcutería / Foto: Reuters

Según se explica en el informe, generar menos basura de alimentos puede rebajar las presiones por deforestar e implantar suelo agrícola. De esta forma, se reducirían emisiones de CO2. La idea lógica es aprovechar esos productos (también los de carne) que se tiran para que las industrias también tengan que fabricar menos. Aunque, esta tarea que cada uno la vive en su propia casa, es más una cuestión de responsabilidad y concienciación personal.

En cualquier caso, la ONU incluso recomienda recuperar tradicionales prácticas agrícolas, ganaderas y silvícolas en vistas a generar menor impacto medioambiental. ¿Hablan así de retroceder al pasado para poder tener un futuro?

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