Ha nacido la ruta enológica sostenible. La Carretera del Vi, en consonancia con la filosofía ecológica de las bodegas y municipios que integran la ruta, está promoviendo la creación de un servicio de movilidad sostenible mediante coches eléctricos de alquiler por horas.
El proyecto de carsharing de La Carretera del Vi se ha iniciado gracias a un acuerdo con la empresa Nissan. También gracias a los diferentes municipios y bodegas de la asociación.
La Carretera del Vi es una iniciativa privada de doce bodegas. Une el antiguo trazado desde las viñas del Penedes hasta las playas de la comarca del Garraf. Ruta que se utilizaba antiguamente para hacer llegar los vinos hasta el mar. Esta, además, facilita la visita a bodegas de diferentes estilos y tamaños. Así como favorece el conocimiento de otros puntos de interés.
La primera ruta enológica sostenible
Actualmente se están creando las infraestructuras de recarga y todo el sistema de reservas. El sistema funcionará sobre una plataforma tecnológica que estará en la nube y que permitirá la gestión de los vehículos 100% eléctricos. Este servicio convertirá la wine road La Carretera del Vi en la primera ruta enológica sostenible del país, mediante esta movilidad sin contaminación.
En una primera fase piloto, el proyecto ya dispone de cinco vehículos Nissan. Rotulados con el logotipo de La Carretera del Vi, se han puesto a disposición de las bodegas y los ayuntamientos. Así, pueden validar y evaluar el funcionamiento de los procesos de reserva, recogida y uso de los coches.
Con bases planificadas en Vilafranca del Penedès i Sitges, los puntos de recarga están en bodegas y ubicaciones de referencia en el resto de municipios. El servicio de carsharing permitirá facilitar diferentes objetivos, entre ellos, la reducción de emisiones de CO2 en el territorio. También ofreciendo más opciones de movilidad autónoma a los turistas y enoturistas.
Otros objetivos son posicionar la ruta enológica sostenible en los municipios por donde pasa como un referente mundial en temas de sostenibilidad. Hacer de la debilidad, una virtud. Es decir, el tiempo de recarga de los vehículos eléctricos coincide con el que se necesita para visitar una de las bodegas de La Carretera del Vi.
El tiempo de recarga coincide con el tiempo de visita de las bodegas
El efecto dinamizador de esta iniciativa va más allá del ámbito del enoturismo. Abre el uso de este servicio a diferentes públicos objetivos. Así se prevé su utilización por parte de los ayuntamientos, en sustitución o soporte a su flota de vehículos convencionales. También la utilización del servicio de carsharing por parte de las bodegas y empresas del territorio como herramienta de movilidad. Igualmente, por parte de la población del territorio como alternativa de movilidad para sus necesidades diarias.
De la combinación de los diferentes usos y usuarios se derivará la sostenibilidad económica y ambiental del servicio de carsharing de La Carretera del Vi. Una vez superada la fase piloto y con la ampliación de puntos de recarga a lo largo de los municipios, se irá abriendo al público usuario final.