Los huevos de codorniz son una alternativa a los huevos de gallina tradicional que gustan a muchas personas a lo largo del planeta. Su sabor, sus características y su fácil preparación son dos de los elementos que los han vuelto tan populares. Hoy te hablamos de sus elementos más reseñables. ¡Descúbrelo!
Descubre los huevos de codorniz
De huevos va la cosa, y si buscamos entre los más destacables, ya sea por su sabor, su forma o su tamaño, está claro que uno de los más populares son los huevos de codorniz. Esta variedad ha resultado ser más beneficiosa para la salud de lo que muchas personas se pensaban en un principio, aportando a sus consumidores varios beneficios. Y lo mejor de todo es que pueden ser consumidos sin renunciar a la variedad tradicional procedente de las gallinas.
Pero, ¿cuáles son estas propiedades de las que te estamos hablando? Pues para comenzar, el huevo de codorniz tiene un mayor contenido proteico que su primo de gallina. Esto parece contradictorio, debido al pequeño tamaño de esta variante en comparación con los tradicionales. Sin embargo, es ahí dónde resido la diferencia. Los nutrientes se encuentran más concentrados en este pequeño huevo, debido en parte a las necesidades alimenticias de las codornices.
Otro componente que también se encuentra en abundancia en estos pequeños es el folato. Este componente se encarga de intervenir en la formación de tejidos maternos en las mujeres embarazadas. Durante los embarazos, también ayudan al desarrollo y crecimiento del feto. Los huevos de codorniz proporcionan un total de 66 mcg (microgramos) frente a los 50 mcg de huevos de gallina.
Más beneficios de los huevos de codorniz
Ya hemos visto algunos de los beneficios que nos traen los huevos de codorniz frente a los de gallina. Sin embargo, hay más que podemos tener en cuenta. Se treta de un alimento muy nutritivo y saludable, que a pesar de ser significativamente más pequeños de lo que estamos acostumbrados, tienen un sabor muy similar. Al compararlos a nivel nutricional, son ligeramente más calóricos y ricos en nutrientes como calcio, fósforo, zinc y hierro.
De este último, en concreto, tiene más de el doble en su composición que el huevo de corral. Y no es la única ventaja que nos facilita. Se ha demostrado que ingerir este tipo de huevos aumenta la masa muscular, ya que es una buena fuente de proteínas y favorece la hipertrofia. También mantiene la salud visual por ser rico en vitamina A y ayuda a mejorar la memoria y el aprendizaje, además de prevenir la aparición de enfermedades como el alzhéimer o demencia.
Su forma y tamaño también pueden resultar más atractivos para los niños pequeños que tengan dificultades para comer huevos tradicionales, ya sea porque no les guste su sabor o por ser demasiado grandes. La novedad y el curioso patrón moteado de la variante de codorniz suele resultar muy atractiva a ojos de los más pequeños de la casa. Incluso se han llegado a utilizar en colegios para pintarse y decorar las clases en pascuas.
No todo son ventajas
Existen varias desventajas que tenemos que tener en cuenta si decidimos empezar a comer este tipo de huevos. No son recomendados en personas con enfermedades hepáticas o personas alérgicas a las proteínas, pues su ingesta facilita los síntomas de intoxicación. Además, al igual que otros alimentos, todo en exceso es malo. En el caso de los huevos de codorniz lo ideal es no superar los 5 huevos al día, ya que podría crear problemas relacionados con el colesterol y otras enfermedades cardiovasculares.
Es importante recalcar que se trata de un producto que contiene más cantidad de colesterol que su homónimo de gallina. Además, serán más pequeños, pero contienen más cantidad de grasas y calorías, con lo que abusar de su consumo puede acarrear problemas mayores.
¿Qué te ha parecido? ¿Conocías todos estos beneficios sobre los huevos de codorniz? Sin duda, se trata de un alimento muy interesante para añadir variedad a nuestra dieta siempre que queramos cambiar nuestros ingredientes habituales.
