Vamos a revelar el misterio que se oculta tras la famosa expresión «me importa un comino». ¿Qué tiene que ver aquí el siglo XIX? ¿Sabías que los faraones la empleaban para embalsamarse? Descubre lo más curioso de este condimento antes de que cambie tu visión de él para siempre. ¡Vamos!
¿Qué imagen tenemos del comino?
Esta curiosa expresión, que significa que algo te importa poco o nada, tiene un origen de lo más curioso. Procede del siglo XIX, cuando el comino se extpropagó por toda Francia causando una verdadera plaga. En realidad proviene de Egipto o Siria. Sin embargo, debido a sus propiedades culinarias se extendió por toda Europa. Lo cierto es que llegó un momento en el que era tan abundante que ya no valía prácticamente nada.
Sin embargo, en este artículo no pretendemos restarle valor a una especia a la que le debemos tanto. El comino es uno de los principales iingredientes del mojo picón. Además, aunque sea apreciado por la intensidad de su sabor también cuenta con otros usos. Dentro del campo de la medicina es reconocido por sus beneficios relacionados con el asma. Así pues, nos encontramos ante una especia polifacética capaz de mejorar tu salud y enriquecer en gran medida tus platos.
Así pues, destacamos la composición del comino. 100 gramos de la especia contienen 17,8 gramos de proteínas y 22,27 gramos de grasa saludable. También destacan por minerales como hierro, cobre, calcio, fósforo, potasio, zinc y manganeso. Por otro lado, también resalta su aporte de fibra y de vitaminas como A, E, C y las del grupo B. ¿Seguirás usando la expresión «me importa un comino» de la misma manera? ¿Ha cambiado tu visión respecto a esta especia? Esperamos haberte sorprendido.
