A todos nos ha pasado que tenemos tan arraigada la idea de salir a comprar el pan que al volver a casa nos hemos encontrado varias barras. O las hemos comprado sin pensar si es necesario para la comida de ese día ni para las personas que se sientan en la mesa ¿verdad? Para evitar esto te vamos a contar cuáles son las mejores recetas para hacer con este pan duro.
¿Qué hacer con el pan duro?
Si hay un alimento típico que tiene presencia en todas las casas de España ese es el pan. Hasta tal punto ha llegado esta costumbre que la mayoría de nosotros hemos adaptado a nuestra rutina diaria el dedicar un tiempo especial en ir a comprarlo. Muchas veces este hábito nos hace adquirirlo sin tener presente si se necesita. Lo que ha conducido a que se quede duro y, en muchas ocasiones, en la basura. Sin embargo, los años y la experiencia han llevado a la creación e innovación de muchas recetas que tienen el objetivo de salvar este pan duro.
Pan rallado
La manera más tradicional de aprovechar el pan duro es utilizarlo para elaborar pan rallado. Puedes hacerlo de dos maneras, la más fácil es triturarlo una vez se quedé duro. Mientras que otras personas prefieren tostarlo antes para conseguir un resultado perfecto. Incluso, los expertos lo recomiendan. El chef Samuel Fernández asegura que “Se puede aprovechar el calor residual que deja el horno una vez apagado. Se mete el pan que queremos rallar, que se tostará con el calor, y posteriormente lo trituramos”.
Picatostes
Puedes seguir las mismas recomendaciones que el chef ha dado para realizar el pan rallado. Aunque, cortando previamente el pan en daditos. Además, Fernández aporta una nueva alternativa: “Si los acompañamos con un toque de azúcar glass tendremos unos picatostes dulces muy buenos”.
Torrijas
Las torrijas son la opción más famosa de reutilizar el pan duro. Lo que pasa es que su tiempo de disfrute está limitado a una fecha especial: Semana Santa. Aunque, es cierto que comienza a consumirse las semanas de antes y dura unos cuantos días después. También podríamos añadir que está aumentando las formas de hacerlo. Pues hay supermercados que ofrecen un pan blando especial para ellas o, incluso, un pan bimbo. No obstante, la solución tradicional es la mejor. Así lo garantiza la cocinera Cristina Arias.
La chef apuesta por el “plan blanco, de harina de trigo y bien duro”. Añade que para que el resultado sea óptimo es necesario que “el pan esté correctamente infusionado con la leche y las especias y se integren bien los sabores”.
Migas
¿Qué hacemos con el pan que ha sobrado? Fácil, unas migas. Si no sabes cómo, el chef Carlos Allué te lo explica. Lo primero que hay que hacer es mojar levemente el pan duro en cerveza. A la vez que fríes chorizo en aceite de oliva. “En el aceite del chorizo, sin limpiarlo, introducimos el pan y lo vamos cocinando hasta que quede completamente desecho y seco. Para ello hay que tener paciencia e ir trabajándolo con unas varillas” enseña Allué.
Sopa de ajo
Otra receta que requiere pan duro es la sopa de ajo. Esta tiene múltiples versiones, pero nosotros nos vamos a centrar en la que nos da el cocinero Fernández. El cuál informa que parte de un caldo de pollo, aunque también puede hacerse con agua. Una vez con la base establecida, prosigue “En una sartén con un chorrito de aceite de oliva y cuatro dientes de ajo laminamos, añadimos el pan duro y pimentón al gusto, que se cocerá con caldo”. A partir de aquí ya deja campo libre a la imaginación. Pues se puede añadir jamón, chorizo, etc.
Tal y como hemos visto hay muchísimas soluciones ante el desperdicio del pan duro. Podríamos añadir a esta lista: el borrachino, el salmorejo, la sopa de cebolla y las tostadas francesas entre otros muchos platos. Por lo que se reducen a cero las escusas para tirar los excesos de pan. ¿Tu qué haces cuando tienes pan de más?
