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Queso Villarejo, la historia y el sabor triunfan

Si hay algo que caracteriza a la gastronomía española es su calidad y su diversidad. Vayas donde vayas dentro de la geografía hispana, encontrarás productos de primer nivel, con un sabor y una historia inigualables. El claro ejemplo de esto es el queso: la Torta del Casar en Cáceres, el Idiazábal en Guipúzcoa, el Mahón en Menorca, el de Tetilla en Galicia… y eso que estos son solamente algunos de los muchos que hay a lo largo de todo el país. Porque hay otros, quizás menos conocidos, pero cuyas características los han situado en lo más alto en el mundo quesero: por nombrar uno, el queso Villarejo. Este producto de Cuenca ha obtenido el premio de oro y una puntuación casi perfecta -99 sobre 100-, en su categoría en el Certamen Internacional de Lyon. ¡Vamos a conocer un poco más este producto lácteo que ha recibido tan distinguido reconocimiento!

Historia de este tesoro manchego

Las puertas de esta empresa dedicada a la elaboración artesanal de, como ellos mismos lo llaman, “el auténtico queso manchego”, abre en 1987 en el municipio conquense de Villarejo de Fuentes. Un lugar cargado de historia que, junto con las condiciones climáticas que le caracterizan, hacen del queso Villarejo toda una joya manchega. Afirman que la verdadera esencia de este producto son los pastores de la zona y sus ganados de una calidad excelente; a la altura para elaborar un queso como este.

queso Villarejo
Quesos Villarejo, el «auténtico queso manchego» | Fuente: quesosvillarejo.com

Cuando decimos que la tradición quesera está íntimamente arraigada a esta tierra, es porque lo está. Tal como cuentan desde la firma, ya desde la conocida como Edad de Bronce -allá por el año 1800 a.C-, el pastoreo ya se practicaba, “pues en un cerro próximo al municipio fueron localizadas queseras y útiles relacionados con la elaboración del queso”. De hecho, desde Quesos Villarejo mantienen la manera artesanal de prepararlo, porque dicen que así consiguen   como resultado un «producto fresco de alta calidad que conserve todas las propiedades esenciales de su materia prima”.

¿Cómo es el verdadero queso manchego?

Desde Quesos Villarejo hacen mucho hincapié en cómo identificar el queso manchego; y es que está en juego la historia de un queso con más de 2.000 años de antigüedad. Para empezar, se elabora en la comarca natural de La Mancha, y su período mínimo de maduración es de sesenta días. De querer elaborar queso manchego, hace falta leche de oveja pasteurizada; si es artesano, es necesaria leche cruda del mismo animal. Eso sí, siempre procedente de ganado registrado en la Denominación de Origen Protegida de Queso Manchego.

En cuanto a los quesos manchegos de la firma Villarejo, tienes tres para elegir: el semicurado, el curado y el gran reserva; todos ellos con su respectiva etiqueta de DOP. Si lo que quieres es queso artesanal, está el queso tierno “San Blas”, el semicurado “Villarejo”, el curado “Villarejo” y el semicurado “San Blas”.

Premio de oro en el Certamen Internacional de Lyon

Ha sido el queso de oveja curado en miel y orégano el que ha obtenido el reconocimiento al mejor en su categoría; de hecho, es que, como hemos mencionado antes, consiguió una puntuación de 99 sobre 100 y también la prestigiosa denominación de Superior Taste Award. Según elEconomista, el jurado del certamen lionés lo ha calificado como “único, distinto, con fuerte personalidad, fusión de aromas que agrupa el puro aroma del queso curado de leche cruda de oveja con la dulzura de la miel de castaño y la frescura del orégano natural, generando una sensación cremosa con ligeros toques dulces y un pequeño retrogusto a orégano. Sensación de mantecosidad y textura firme y agradable”.

En la página web de Quesos Villarejo puedes comprar este producto desde a 7’87€ -1/8 de queso-, hasta a 60’00€ -es decir, 3 kilos-. 

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Queso Villarejo de oveja, curado en miel y orégano | Fuente: quesosvillarejo.com

El queso Villarejo es, como has visto, sabor, tradición y, sobre todo, pasión. Pasión por lo artesanal, por el buen hacer, por el cuidar el producto hasta que este llega al consumidor. Y, además, es el claro ejemplo de que la dedicación es un ingrediente imprescindible para hacer un producto reconocido mundialmente como uno de los mejores de la temporada. ¿Ya has podido degustarlo? Si todavía no lo has hecho, te lo recomendamos. 

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