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Santa Cruz, tierra de glaciares y guanacos

Grandes Productos Argentina

Escribe: Laura Litvin (@laulitvin)

La provincia patagónica es reconocida en el mundo por sus atractivos turísticos, como el famoso Glaciar Perito Moreno. Esa pared de hielo ancestral que es Patrimonio de la Humanidad. Pero aquí también comienza la mítica Ruta 40 que recorre más 5000 km de territorio nacional. Antiguamente, estas tierras vírgenes estaban habitadas por los tehuelches, yamanas y onas. Unos pueblos tranquilos que vivían en armonía con la naturaleza. Y con ellos, los guanacos.

Los guanacos, originarios y dueños del territorio

Los guanacos son mamíferos rumiantes autóctonos originalmente de todo el país, pero hoy sólo se los ven en la Patagonia. En el sur se adaptaron a las condiciones exigidas de esas latitudes: frío, nieve, sequías y desierto. Hoy existen unos 2.000.000 millones de estos ejemplares que viven libres, silvestres, del Río Colorado hacia el sur. Ese número dice mucho. El 95% de la población mundial de guanacos del mundo vive en Argentina. El resto en Chile y algunos ejemplares en Ecuador.

Los pueblos originarios consumían su pelo y su carne; con las venas del cuello cosían sus cueros para hacer sus vestimentas. Gran parte de su economía se basaba en los guanacos. Con la colonización europea (españoles, ingleses, galeses) y la imposición de sus costumbres (trajeron ovejas, gallinas, vacas), el guanaco se dejó de comer pero no de cazar.

Los paisanos criollos descubrieron que los animales recién nacidos tenían un pelo especial, suave y único que dura poco. Al mes de vida se convierten en una cerda dura. Así se instauró la ‘chulengueada’, que consistía en salir a matar los pequeños guanacos, llamados ‘chulengos’ para utilizar su lana.

Pronto, la población de guanacos empezó a mermar. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) prohibió la exportación de productos de guanaco.

De la extinción a la comercialización de su carne

Con estas medidas se recuperó la población y al mismo tiempo, comenzó la competencia territorial con la oveja, la verdadera colonizadora de la Patagonia. Este ecosistema frágil se vio afectado y los productores de ovejas y corderos empezaron a ver a los guanacos como ‘plaga’.

En 2012, Argentina generó el Plan Nacional del Manejo del Guanaco, pero no incluyó su faena. Santa Cruz desarrolló su plan provincial que sí permite la faena y comercialización de su carne. Aunque todavía no tiene tránsito federal (es decir, esta carne no puede circular fuera de las fronteras de la provincia).

Desde entonces, quien visite por ejemplo El Calafate, la localidad donde está el Perito Moreno, puede disfrutar de un rico plato con carne de guanaco. Una empanada, una cazuela o milanesa, un ragout o un escabeche. Los cocineros de la zona están poniendo en valor esta carne autóctona. Con menús originales y atractivos para los turistas.

El futuro cercano

En 2018 se realizó una prueba piloto a cargo del gobierno nacional para evaluar cómo hacer posible un manejo sustentable de esta especie. Todo para que no vuelva a estar al borde de la extinción. De esa prueba se exportó una tonelada a Bélgica y las autoridades afirman que continuarán con una nueva prueba en 2019. Si todo va bien, será posible probar esta delicia en toda la Argentina.

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