La lechuga es uno de los alimentos clave a la hora de hacer una rica ensalada. Y es que, aunque hay múltiples alternativas para sustituirla como canónigos o endivias, la gente sigue confiando en ella. Pero ¿y si no es tan buena como se dice? ¿sabes si tiene contraindicaciones y cuáles son? Hoy te contamos toda la verdad sobre la lechuga porque está rodeada de afirmaciones o mitos que vamos a tratar de explicar a continuación.
Los mitos que rodean a la lechuga
La lechuga está asociada a una dieta saludable o de adelgazamiento debido a su bajo nivel de calorías y a su alto contenido en agua. Además de ser un producto apto para todo tipo de alimentación. Como ya sabes, se utiliza sobre todo para crear ensaladas, pero también se añade en hamburguesas, se utiliza como complemento en platos elaborados…
Como pasa con la gran mayoría de los alimentos, si se consume demasiada lechuga de forma frecuente puede llegar a causar daños. Esto no puede considerarse ni siquiera una contraindicación, pero sí hay algunas otras características o propiedades de este alimento que pueden crearte dudas de si puede ser dañino o no para tu organismo.
¿Es peligroso tomar lechuga por la noche?
Uno de los principales mitos que rodea a la lechuga es que tomarla por la noche en ensalada es perjudicial. Esto, evidentemente, va muy relacionado con los alimentos con los que se la combine, pero la lechuga por la noche, por lo general, no es mala. De hecho, es una gran opción para cenar, ya que es ligera y ayuda a nuestro sistema hormonal a metabolizar mejor los alimentos. Eso sí, siempre que sea una ensalada coherente, variada y equilibrada. El tomate, el queso, el pollo o el atún son alimentos proteicos y perfectos para añadir.
En cambio, una cucharada de aceite de oliva tiene 120 kilocalorías y junto con las salsas, como por ejemplo la César, son los alimentos que más pueden hacernos engordar. Por esta razón es mejor usar aceite de oliva virgen extra o, si se puede, evitar las salsas directamente. Igualmente, es importante que controles la cantidad de sal que añades a tu ensalada, ya que un consumo excesivo de esta puede aumentar demasiado la tensión arterial y una tensión arterial muy alta puede contribuir a provocar infartos al corazón o cerebrales, e insuficiencia cardiaca.
Aumento de peso, toda la verdad sobre la lechuga
Otra de las teorías que existen respecto a esta deliciosa planta hortícola es que engorda. Este mito es aún más fácil de desmentir y es que la lechuga es 90% agua. Por lo que, en vez de ayudar a engordar, nos sirve para favorecer la eliminación de líquidos e incluso perder peso, y además nos aporta potasio, fibra y ácido fólico. Asimismo, es un vegetal con alta capacidad antioxidante.
También se ha relacionado a esta hortaliza con la aparición de gases, debido a su aporte de fibra. Pero también es algo falso, ya que con una ensalada de 100 g de lechuga, ingeriremos 1,5 g de fibra, de la cual solo 0,45 g es soluble; y las estadísticas apuntan a que ni siquiera alcanzamos la ingesta diaria recomendada de fibra, que debe ser de 25-30 g de fibra.
Por último, otra de las dudas que te puede generar la lechuga o, en este caso una ensalada, es que si es una comida suficiente o si se queda corta como plato único. En este caso, depende del tamaño de la ensalada y de nuevo, de los productos de los que esté formada o con los que se la aliñe. Lo recomendable es introducir alimentos proteicos como el atún, el queso o el pollo, o incluso pasta o arroz, para completar tu aporte de proteínas y tu nutrición diaria. De igual modo puedes añadir saludables semillas, un producto que está muy de moda y que puede aportarnos, entre otras cosas, Omega 3 y fibra.
Esperamos haber resuelto tus dudas, haber desmontado estos mitos y que ahora conozcas realmente toda la verdad sobre la lechuga. Una hortaliza completamente buena para la salud y que nos aporta además múltiples beneficios se tome a la hora del día que se tome. ¿Qué opinas sobre esta planta? ¿Sabías de sus cualidades? ¿Te hemos desmentido alguna creencia?
