Según un estudio del Instituto DYM, el 48% -casi la mitad- de los españoles consume muy poco alcohol o lo consumen ocasionalmente. Esto no hace sino revelar que cada vez hay más personas que están optando por un estilo de vida más saludable en el que el alcohol no tiene cabida. Sea por la razón que sea, el número de personas que no beben este tipo de bebidas aumenta y, con ello, también tienen que hacerlo productos que se amolden a esos intereses o necesidades. Es en este punto donde aparecen los vinos desalcoholizados, una alternativa cada vez más presente.
La pregunta es, ¿realmente es vino?
¿Hasta qué punto los vinos desalcoholizados pueden considerarse vinos? Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el vino es “exclusivamente, la bebida resultante de la fermentación alcohólica, completa o parcial, de uvas frescas, estrujadas o no, o de mosto de uva”. Además, recalcan que “su contenido en alcohol adquirido no puede ser inferior a 8,5% vol”. En ese sentido, un vino sin alcohol, estrictamente no debería considerarse vino.
Entonces, ¿qué es el vino desalcoholizado? Según la revista Wine Style Travel, esta bebida “es una elaboración en la que el mosto ha fermentado y posteriormente se ha retirado el alcohol que ha resultado de esta fermentación”. En otras palabras, es un producto que empezó siendo vino y que acabó siendo desalcoholizado. Esto se consigue con una concentración menor de los azúcares necesarios para la transformación del alcohol. No debe confundirse tampoco con otras bebidas como el mosto, porque tampoco lo es. Sea como sea, se emplea ese término ya que es uno que entiende todo el mundo.
Vino tradicional vs vinos desalcoholizados
Como es evidente, un vino al que se le quita el alcohol, no sabe igual. Al final, se le está quitando el elemento que le diferencia de otras bebidas similares. Por lo tanto, a la popular pregunta ¿sabe el vino desalcoholizado a vino?, la respuesta es no. No porque suprimir el alcohol de su proceso de elaboración afecta notablemente a su perfil organoléptico. Es decir, ni el cuerpo, ni el volumen ni la estructura del mismo pueden ser iguales; ¿cómo iban a serlo si se elimina un ingrediente tan importante?
La elaboración
Partiendo de la base de que se deben usar menos azúcares, uno de los métodos para conseguir menos grado de alcohol, es escoger las frutas menos maduras -que todavía no han alcanzado la maduración alcohólica-. Realizando una vendimia prematura se consigue mantener ciertos aromas y no perder la esencia.
A partir de ahí, existen varias formas para eliminar el alcohol por completo de la elaboración. Una bastante popular y que complementa al ya mencionado es someter el mosto a condensación a baja temperatura, haciendo que el alcohol se evapore.
La creciente tendencia del vino sin alcohol
Al igual que con la cerveza sin alcohol -presente ya desde hace varias décadas-, el vino también está consiguiendo adeptos; aunque, eso sí, se trata de un mercado mucho menos maduro que el de otros países como, por ejemplo, Estados Unidos. Aún así, Wine Style Travel apuntaba que la consultora IWSR estimaba un alto margen de crecimiento en España en los próximos años, basándose en “una encuesta realizada en bares y restaurantes que arrojó que el 50% de ellos dispensaban bebidas con bajo alcohol -o sin alcohol-, muchas de ellas disponiendo de cócteles elaborados con ellas”.
Como dijimos al principio, las razones para este auge de los vinos desalcoholizados son varias, pero la más creciente es que hay gente que busca una vida más saludable, y eso empieza por cuidar su cuerpo y su alimentación. Y esta bebida es una buena alternativa.
¿Dónde comprarlos?
Además de en bodegas, también se pueden encontrar vinos desalcoholizados en algunos supermercados. Por ejemplo, Carrefour tiene el Win 0.0 Tinto y El Corte Inglés tiene el Natureo. Si quieres más variedad, siempre puedes acudir a tiendas especializas como Win, que tiene una gama completa de estas botellas.
En definitiva, se trata de un mercado que promete un gran futuro. Al final, aunque haya quien no lo considere vino estrictamente, es una posibilidad perfectamente válida para aquellos que han decidido eliminar el consumo de alcohol en sus dietas para llevar una vida más equilibrada y sana. ¿Y tú? ¿Ya lo has probado o sueles tomarlo con frecuencia en vez del tradicional alcohólico?
