Los precios están aumentando en gran parte de los productos alimenticios. Esta situación va de la mano con la subida de los costes de producción que sufre el sector ganadero. Aunque, en cambio, los precios que percibe el sector se mantienen estables. Un círculo vicioso que ha provocado la denominada crisis de la leche. Continúa leyendo que ahora mismo te contamos más.
Pérdidas en la industria láctea, ¿cuál es el problema?
Aunque el sector ganadero ya ha sufrido varias crisis en estos años, la última viene directamente relacionada con el incremento de los costes por el encarecimiento de los piensos para los animales.
El precio de las raciones completas para vacas, cabras y ovejas dedicadas a la producción de leche ha subido en este año 2021 entre un 6 un 9 % respecto al año anterior. Y las complementarias han aumentado entre un 14 y un 19 %.
Asimismo, los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación apuntan a que desde 2013 no había precios tan altos. E intentan explicarlo mencionando el notable incremento a escala global de materias primas como el maíz y la soja, base de la alimentación animal.
Aunque el encarecimiento de los piensos en términos proporcionales no es colosal, cobra relevancia debido a que el gasto en comida representa más de la mitad de los costes totales de una explotación lechera.
La ley de la Cadena no se cumple
La Ley de la Cadena se mejoró en febrero de 2020 vía Real Decreto. En ella se prohíbe que un eslabón de la cadena pueda vender a otro a un precio inferior a sus costes de producción.
Actualmente, el 75 % del mercado de la leche está concentrado en las manos de cinco fabricantes. Estos son Lactalis Puleva, Capsa (Central Lechera Asturiana), Iparlat (interproveedor de Mercadona), Calidad Pascual y la cooperativa Covap.
Y todos ellos coinciden en que aunque el precipitador principal sea el encarecimiento de los piensos, el problema va más allá. La cadena de valor y la Ley de la Cadena no funcionan bien, y, por lo tanto, tienen que ser de nuevo revisadas.
En el último lustro han desaparecido alrededor de 5.000 explotaciones ganaderas lácteas. Un problema en el que ha incidido un factor clave: la leche solo puede permanecer en sus instalaciones unas 48 horas.
Del mismo modo, los fabricantes dirigen sus críticas a la distribución, que finalmente es la que marca el precio de venta al público y a la que acusan de comprimir la cadena hasta reducir los márgenes a su mínima expresión.
«Con la leche al cuello», campaña para acabar con la crisis de la leche
Un ejemplo de protesta contra los altos costes de producción ha sido la campaña llamada «con la leche al cuello». En las ciudades de Sevilla y Málaga los ganaderos han repartido gratuitamente 500 litros de leche a la ciudadanía y han recogido firmas para tener un precio justo de la leche de vaca en España.
Unas 25.500 personas ya han respaldado con su firma las peticiones de los ganaderos de vacuno de leche, la mayoría de ellas recabadas a través de la plataforma Change.org. Organizaciones convocantes y ganaderos han vuelto a denunciar la crisis que sufre el vacuno de leche, principalmente por la presión de unos precios por litro de leche en origen que no cubren los costes de producción.
El coste medio de producir un litro de leche, según el Ministerio de Agricultura, es de 0,35 euros, pero en algunas explotaciones asciende hasta 0,4 euros. Sin embargo, en el último año la industria ha pagado al ganadero en torno a 0,31 y 0,33 euros por litro. Es decir, como mínimo, han perdido alrededor de dos céntimos por litro, mientras que los costes de producción han llegado a repuntar un 35%.
A pesar de las protestas frente a industrias y comercios en diferentes partes del país, la última palabra la tiene la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), encargada de velar por el cumplimiento de la Ley de la Cadena. Y tú, ¿qué opinas de esta situación? ¿crees que se va a solucionar a corto plazo?
