“Basta de mentiras”. Así se titula la carta que Agaprol -organización de productores lácteos- ha emitido con un claro y reconocido destinatario: Mercadona. ¿La razón? Los ganaderos que proporcionan la leche a las industrias -Lactiber y Kaiku- que trabajan con la popular cadena de supermercados no están para nada conformes con el precio al que dicho producto se está vendiendo, ya que, aseguran en el escrito, “están por debajo de nuestros costes de producción”. El sector primario está muy extendido en todo el país, y los trabajadores del mismo son los responsables de que a nuestras cocinas lleguen productos de la máxima calidad. ¿Qué ocurre, entonces, con la leche de Mercadona? ¿Cuál es la incoherencia que se esconde detrás de sus precios? ¡Vamos a descubrirlo!
El sector ganadero, el gran afectado
De la misma manera que es importante dar a conocer los beneficios y ventajas de un tema, es incluso más esencial contar aquello que, quizás, no es tan bonito. Es el caso de la leche de Mercadona y el latente descontento del sector ganadero que, en realidad, es uno de los grandes afectados por grandes crisis que se han ido sucediendo a lo largo de la historia y que está sufriendo una ahora mismo. ¿Qué es lo que ha desencadenado esta indignación? En resumidas cuentas, que la empresa dirigida por Juan Roig baje más de la cuenta el precio de la leche en origen para después poder bajarlo todavía más de cara al público.
¿El resultado para Mercadona? Una venta y un dominio mayores en el sector. ¿La consecuencia para los ganaderos? Una venta que se sitúa por debajo de los costes de producción y que no hace sino poner más difícil la supervivencia de estos trabajadores. “Basta con mirar las estadísticas del Ministerio en las que se confirma que cada año son casi 1000 los ganaderos que se ven obligados a abandonar sus explotaciones de vacuno de leche”, argumentan en la carta.
“Basta de mentiras”
Bien es cierto que en Agaprol se alegran de la buena marcha de la empresa -sus beneficios han aumentado hasta 727 millones durante el último año, aproximadamente un 17% más que el anterior-, así como de que “los consumidores hayan podido disfrutar de un servicio de calidad”. Sin embargo, hay algo que no están dispuestos a tolerar, y es que los precios establecidos por la cadena de alimentos sean tan bajos que ellos, los ganaderos, ni siquiera puedan cubrir los costes de producción.
Pongámonos en situación: Mercadona domina el 30% del comercio de la leche líquida en España, trabajando con seis grandes empresas que trabajan exclusivamente para la cadena. Son estas compañías las que determinan el precio que se paga a los ganaderos, después de que Mercadona decida cuánto va a pagar a ellas. Ante esta situación, ¿qué opciones tienen los ganaderos? Aceptar y aguantar. Pero el problema no termina ahí. “Para más escarnio, hay que firmar una cláusula en el contrato que diga que con ese precio cubrimos nuestros costes de producción, a sabiendas de que en la gran mayoría de los casos es mentira”, critica Agaprol en su carta.
La cuestión es que desde Mercadona justifican estas acciones con “una mejor logística, una optimización de recursos o procesos más eficientes para que el consumidor pague menos”. Pero la realidad, contada por los mismos ganaderos, es que “simplemente pagan por debajo del precio de coste a sus proveedores”. Cansados de esta actitud, piden un paso al frente por parte de la firma y que “Basta de mentiras”.
Una mirada al futuro
La gravedad de esta situación es más seria de lo que uno podría pensar en un primer momento: la posible desaparición del sector ganadero en España. De hecho, desde Agaprol lo avisan: “Cuando no quedemos ganaderos en España porque ustedes han decidido no pagar un precio que garantice su rentabilidad, sus clientes seguirán bebiendo leche y a ustedes no les quedará más remedio que traerla más cara de fuera de nuestro país”.
El éxito de Mercadona es innegable; pero tal como dicen los ganaderos que se han unido para denunciar esta situación, “eso no significa que su forma de trabajar lo sea”. La organización habla en nombre de todos esos trabajadores del sector que no tienen la libertad de poder expresar su indignación de manera abierta. ¿Reaccionará Mercadona ante esta protesta abierta y reconsiderará las condiciones con las que negocia con los ganaderos la leche?