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Cubiertos de bambú: ¡llevan plástico!

Lo biodegradable se ha convertido en la mejor alternativa ante la desaparición de los productos plásticos de un solo uso. Los cubiertos de bambú han sustituido a los tan recurridos cuchillos y tenedores de plástico. Pero… ¡qué no te den gato por liebre! Muchos fabricantes ofrecen en sus etiquetas productos verdes que realmente no lo son. ¿quieres saber porqué pueden ser nocivos para ti? ¿y qué hacer para que no te engañen? A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber para contribuir al medioambiente y abogar por tu salud

El peligro del plástico en los cubiertos de bambú

No es una nueva noticia la de quien hizo la ley hizo la trampa. Y es que, ante la normativa de la Unión Europea, de la eliminación de plásticos de uso diario, los fabricantes han empezado a disfrazar sus componentes. Estos utilizan la fibra de bambú para etiquetar elementos como reciclables. Primera mentira, ya que lo que realizan es una combinación plástica a la que añaden pequeños fragmentos de fibras de bambú. Perdiendo así toda la denominación de biodegradable u orgánico.

Este proceso se repite mucho en los cubiertos de bambú que han surgido como la sustitución más destacable. Obviando los falsos embalajes “ecológicos”, resulta que esta mezcla puede derivar en grandes intoxicaciones. Debido a que esta planta contiene melanina y formaldehído. Dos sustancias que pueden afectar al organismo y provocar intoxicaciones. Tal y como se ha podido comprobar en más de medio centenar de casos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de la comercialización actual de estos productos. Productos que además la Unión Europea (UE) ha prohibido.

¿Qué elementos permite emplear la Unión Europea?

Según podemos observar en la web de la OCU, el único aditivo vegetal permitido por la Unión Europea es la cáscara de semillas de girasol.

El uso del bambú sí es legitimo en el caso de que su contenido alcance el 100%. Es decir, en productos compuestos únicamente por fibra de bambú sin modificar. De tal manera que no se mezcle con el plástico. Tampoco está permitido el trabajo mixto entre plásticos y otras fibras como el café, el maíz o el trigo. Mucho más reprochable es el uso de estas combinaciones en las fabricaciones de platos, vasos o cubiertos.

La OCU alerta

La OCU avisa sobre la venta de productos tóxicos. Consecuentes de la unión de elementos plásticos y fibras vegetales para la fabricación de diversos artículos. Bajo la etiqueta de “ecológico”, “biodegradable” u “orgánico” muchos comercios, tanto físicos como online, distribuyen estos tipos de utensilios. Como los, supuestamente, cubiertos de bambú. Te recordamos que son peligrosamente dañinos para tu salud si no están elaborados con un 100% de componente de la planta.

Además, la organización se ha manifestado sobre la aplicación de estos distintivos y ha explicado que son “Alegaciones que además suelen ser falsas (salvo las que están certificadas), ya que son productos fabricados básicamente a partir de plástico. Otra característica común para poder identificarlos es la presencia de la palabra bambú en el etiquetado o la publicidad, utilizada como gancho al ser un término que resulta atractivo para los consumidores”.

cubiertos de bambú
Cubiertos de bambú junto a otros utensilios/Fuente: @TatiPardo en Twitter

Ante esto recomienda deshacerse de cualquier producto que se tenga en casa. En el caso de que lo acabes de adquirir, intenta devolverlo y pedir el reembolso del precio. Si tienes pensado comprar productos orgánicos fíjate mucho en la etiqueta. Asegúrate de revisar varias veces los componentes. No obstante, si ves que se sigue con el despacho, la OCU te anima a informar de ello al Ministerio de Consumo.

Normativa de la Unión Europea contra el plástico

Ante el uso masivo de elementos plásticos para la producción y la contaminación que estos provocan. La Directiva europea fijo una normativa que prohibía la venta de productos de plástico de usar tirar. Como lo son las pajitas, bastoncillos o cubiertos y platos de este material.  Esta entró en vigor el 3 de julio de 2021. Sin embargo, en España todavía no está asegurada completamente. Falta aprobar el proyecto de ley de residuos con el que se podría trasponer esta norma.

Como conclusión, encontramos que ante esta nueva normativa los comerciantes se están aprovechando. Usan adjetivos para calificar sus productos que no son reales. Además, son tóxicos para la población que los emplee. Como las etiquetas de los cubiertos de bambú, en realidad fabricados en su mayoría por plásticos. Por lo cual, desde la OCU se ruega la revisión de los componentes, en el embalaje antes del uso o la compra.

 

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