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Descenso del consumo de pescado

En los últimos años, el consumo de pescado en España ha experimentado un notable descenso. Una tendencia que sigue en Europa y que preocupa a expertos en nutrición y a la industria pesquera. Tradicionalmente, el pescado ha sido un alimento fundamental en la dieta mediterránea. Actualmente las cifras actuales reflejan un cambio significativo en los hábitos alimenticios de los españoles.

Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo per cápita de pescado ha caído un 20% en las últimas dos décadas. Este descenso ha sido influenciado por varios factores. En primer lugar, el precio del pescado ha aumentado considerablemente, lo que lo ha hecho menos accesible para una gran parte de la población. La pesca sostenible y la disminución de las poblaciones de algunas especies también han encarecido el producto. Por otro lado una encuesta realizada por la Comisión Europea indica que el 58% de los europeos consumen pescado salvaje o de acuicultura en el hogar al menos una vez al mes. Estos datos indican que las  personas que nunca consumen pescado ha aumentado hasta un 15% desde 2021.

El descenso del consumo de pescado preocupa a nutricionistas y sector

Además, el auge de las dietas basadas en alternativas vegetales y el creciente interés por la carne de origen animal, especialmente en forma de productos procesados, han reducido la demanda de pescado. Y es que sólo el 23% de los europeos compran pescado al menos una vez por semana. Muchos consumidores optan por otras fuentes de proteína que consideran más económicas o accesibles. La conveniencia también juega un papel importante; la preparación del pescado requiere más tiempo y habilidad en la cocina, lo que ha llevado a que algunas personas elijan opciones más rápidas y fáciles.

La disminución en el consumo de pescado tiene implicaciones tanto para la salud como para la economía del país. El pescado es una fuente crucial de nutrientes, como ácidos grasos omega-3, proteínas y vitaminas. Su escaso consumo puede afectar negativamente la salud cardiovascular de la población. Además, la industria pesquera española, que emplea a miles de personas, también se ve afectada por esta disminución en la demanda.

Por lo tanto, es urgente promover el consumo de pescado a través de campañas de concienciación, que resalten sus beneficios nutricionales y favorezcan prácticas de pesca sostenible.

 

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