Ya supimos de su existencia cuando hace un par de años, en 2018, un robot cocinero Flippy se instaló en el estadio de los Dodger y en el restaurante Caliburguer de Los Ángeles (Estados Unidos). Sin embargo, aquella versión del asistente de cocina automatizado no terminó de carburar frente a plancha y freidora. Se encargaba específicamente de las hamburguesas y las patatas fritas, pero su lentitud a lo mandos de ambas tareas le llevaron a ser despedido. Eso sí, ello no quería decir que aquella prueba fuese la definitiva en su prometedora carrera como chef. Ahora, la empresa dueña de él, Miso Robotics, regresa a la carga con un modelo mejorado. Se estrenará en White Castle.
Nueva oportunidad tras el fracaso
Realmente, el cocinero robot Flippy no es ninguna novedad, aunque sí lo sea su nuevo intento de triunfar delante de los fogones. Y, además, en una gran cadena de hamburgueserías como White Castle, la más antigua de Estados Unidos, fundada en 1921. Esta compañía americana cuenta con más de 360 restaurantes repartidos por todo el territorio estadounidense. Su pretensión es que el nuevo fichaje desde la robótica adaptada al mundo culinario se pueda instalar con éxito en cada uno de esos establecimientos. Pero deberá ir paso a paso, comprobando primero si el rendimiento es superior a la primera etapa de Flippy dentro de la restauración.
En la búsqueda de transformar el proceso productivo para encontrar una mayor eficiencia, la startup Miso Robotics, con sede en Pasadena y dirigida por David Zito, CEO fundador, logró crear una primera solución. El proyecto por el que apostó el Grupo Cali (matriz a la que pertenece Caliburguer) tenía como objetivo un robot capaz de cocinar hamburguesas las 24/7. Todos los días y a todas horas, quizás una locura, quizás una realidad demostrable. Pero el problema fue que no demostró tener esa capacidad en su prueba piloto.
Tras un intenso año de trabajo para programar tanto el software como al propio autómata, no duró ni dos días en el restaurante instalado. Formó un gran revuelo mediático y de clientes en el local donde se iba a estrenar pero no cumplió las expectativas. Algunos expertos apuntaron que el pico de pedidos ese día tan concreto fue demasiado para la cantidad que había sido diseñado, mientras otros criticaron que iba descoordinado con el resto del equipo. Al final provocó retrasos en el servicio y fue desconectado. ¡Eso sí, no desapareció!
Características del cocinero robot Flippy
El curioso nuevo trabajador de la hostelería estaba formado por un brazo robótico movido por distintos sensores y dotado por Inteligencia Artificial. Esto le permitía, mediante un sistema de visión en tridimensional, controlar que las hamburguesas se cocinasen en su punto, dándoles la vuelta en el momento exacto. Tenía ayuda de cámaras y más sensores térmicos para monitorizar así la carne. Su capacidad se situaba en 2.000 burguers al día, utilizando incluso dos espátulas distintas, que podía limpiar, al igual que la parrilla. Todo mientras iba cocinando. Aunque dominaba también otras tareas: freidora, preparación de salsas o depositar la comida en los platos. En la teoría y la práctica del entrenamiento, estas eran sus ventajas.
Sin ser tan innovador, tuvo trabajo
A pesar de que el cocinero robot Flippy no estuviese a la altura de otros autómatas que ofrecían unas prestaciones mejores, como el caso de Moley o los instalados en el restaurante Spyce, tuvo trabajo. Obviamente recibió unas modificaciones para que actuase mejor en cocinas y después desempeñó sus funciones de nuevo. Primero a media jornada, luego a jornada completa. Varios inversores se interesaron por él en Estados Unidos hasta que firmó contrato en 2019 también en el Dodger Stadium, donde se encargaba del pollo y las patatas fritas.
Regresará en septiembre a White Caslte
Después de esos primeros contratos y pasos en su carrera profesional, el cocinero robot Flippy volverá a preparar hamburguesas y patatas fritas pero en White Castle, una cadena de fast food más importante. A partir de septiembre de este 2020 arrancará su trabajo mientras Buck Jordan, CEO de Miso Robotics, piensa en grande. Porque para él, la preocupación más creciente (en plena pandemia) por la seguridad alimentaria acelerará la apuesta de restaurantes por los robots, pensando en reducir riesgos, aunque ello se lleve al personal humano por delante.
Este nuevo chef integra las mismas capacidades de su anterior versión pero algo mejoradas, pudiéndose ahora vincular con el TPV (sistema de pago) y los sistemas de comandas. Además, la idea es que analice datos del entorno para aprender progresivamente e incluso adquirir nuevas habilidades. Desde White Castle aseguran que podrán derivar a sus empleados a puestos más de atención al comensal para mejorar así su experiencia gastronómica. ¿Quiere esto decir que los cocineros o ayudantes de cocina pasarán a ser camareros o dependientes? ¿Cumplirá realmente Flippy con las expectativas? Habrá que esperar para saberlo.