Hasta hace relativamente poco, existía la popular creencia de que los animales no tienen sentimientos; de que cumplían la función, bien mascota o bien de alimento y ya está. Sin embargo, recientes estudios han determinado que, efectivamente, las emociones de los animales son reales. Y no solo eso, sino que estas influyen notablemente en la calidad de sus carnes. Esto, por supuesto, abre el debate con aquellos que cada vez son más conscientes del bienestar de los animales. Aquellos que han decidido no comer carne y preocupándose de si son felices o no, al menos, durante la etapa de crianza -para después convertirse en productos cárnicos-.
¿Cómo afectan las emociones de los animales?
Lo cierto es que afectan a las carnes más de lo que hubiéramos pensado en un primer momento o de lo que se pensaba antes de que saltase esta noticia. Desde la Universidad de Wageningen -en Países Bajos-, aseguran la estrecha relación entre la felicidad animal y la calidad de su carne. De hecho, para llevar a cabo el estudio que ha determinado estas conclusiones, se ha empleado una tecnología que detecta las expresiones faciales y las emociones de los animales. Como veremos más adelante, se trata de un método de lo más útil para entender los sentimientos del ganado. Es decir, una manera de que se pueda garantizar así su bienestar.
“Los expertos proporcionan ejemplos de comportamientos recogidos a través de esta tecnología, si un cerdo muestra el blanco de los ojos puede indicar agresión, o si pega sus orejas a la cabeza, indica que sufren aversión o tienen emociones negativas”, explican los investigadores participantes en el estudio. Pero, ¿y qué tiene que ver que el animal esté más o menos contento para que la carne sea de más o menos calidad?
Los especialistas de la universidad neerlandesa explican que un animal que es feliz siempre será más productivo -y los productos serán de más nivel-, al existir biomarcadores como la oxitocina o la dopamina, que aumentan o disminuyen su cantidad, en función del cortisol -hormona que se libera debido al estrés-.
Los consumidores se preocupan por el bienestar animal
Según algunas encuestas realizadas en el panorama europeo -concretamente, por el Eurobarómetro-, como la del 2016, demuestran que, efectivamente, “los consumidores europeos quieren que se haga más por el bienestar animal”, recalca el portal digital Gastronomía&Cía. De hecho, a raíz de las conclusiones sacadas de estas encuestas, Eurogroup for Animals -organización que representa los intereses de los animales- y el intergrupo del Parlamento Europeo sobre el bienestar y la conservación de los animales solicitan que se mejore la calidad de vida de estos en las granjas.
Y no lo decimos nosotros, lo dicen los datos del Eurobarómetro. El 94% de los encuestados ve el bienestar de los animales como un factor vital. Por otro lado, el 82% determina que es necesaria una mayor protección. Y, por último, el 59% afirma que, de contar con un certificado que acredite el bienestar animal, estarían dispuestos a pagar más por los productos.
Reconocimiento de expresión facial como método del futuro
Ya hemos visto que el apoyo por parte de los europeos hacia el bienestar y el reconocimiento de emociones de los animales es latente. En realidad, es cada vez más fuerte. Es por eso que se están estudiando métodos para poder garantizar esa felicidad y tranquilidad. Los investigadores explicaban que la presencia humana es una experiencia estresante para los animales. Por lo que la tecnología de reconocimiento antes mencionada podría ser la técnica idónea para, de ahora en adelante, controlar el comportamiento de los mismos.
Se trata de un programa que permite revisar los vídeos grabados en la máxima calidad y, lo más importante, sin influir de ninguna manera en las emociones de los animales. De esta manera se estaría dando un paso adelante en cuanto a concienciación y reconocimiento de los animales como seres vivos. Con derecho a vivir de la forma más tranquila posible -sobre todo teniendo en cuenta que se están criando para después elaborar productos alimentarios-. Por lo que parece, a los usuarios, aun con el consiguiente aumento de precio, les parece el paso idóneo para garantizar su calidad de vida.
