Después de hacer la compra intentamos conservar el máximo tiempo posible lo que hemos adquirido. Uno de los métodos más empleados es el de envasar al vacío. Pero, aunque sea una moda muy extendida, tiene sus ventajas y desventajas. Analizamos los pros y los contras de esta técnica.
¿En qué consiste esta técnica?
El envasado al vacío es una técnica en la cual sacamos el aire que rodea un producto y lo sellamos en el interior de un envase que lo protege de los ataques externos. Su fin es el alargar la vida útil de los alimentos, evitando de esa forma que dichos productos se deterioren a temperatura ambiente.
Si el envasado se realiza de una forma correcta, la cantidad de oxigeno en el interior será inferior a un 1%. De esa forma, se conseguirá una atmosfera libre de ese elemento, lo que conseguirá que se retarde la proliferación de bacterias, y así posibilitar una mayor vida útil de los alimentos. Posteriormente, podremos meter dichos productos en el congelador o la nevera.
Lo que podemos envasar al vacío
Antes de analizar los pros y contras de esta técnica, vamos a resaltar que cualquier alimento puede ser envasado sin ningún tipo de problema. Hoy en día, en los supermercados podemos encontrar productos que vienen directamente envasados al vacío, como por ejemplo, las salchichas, el pescado o los embutidos.
Envasar al vacío es una buena idea para conservar alimentos perecederos con un nivel de oxidación más elevado que otros. En esa lista se encuentran, entre otros, los macerados, algunas carnes, mariscos u hortalizas. Como curiosidad destacar que la carne roja cambia de color cuando está envasada al vacío, sin que ello signifique que esté mala.
Muchos beneficios
La lista de beneficios de esta técnica es muy larga. La principal es que aumenta el tiempo de conservación de los alimentos. Como ya hemos comentado, al envasar el producto se evita el crecimiento de bacterias como la Salmonella. Este tipo de microorganismos necesitan cantidades elevadas de oxígeno para subsistir, llegando a ser causantes de enfermedades, como por ejemplo, la salmonelosis.
Otra de las ventajas es que se evita la sequía del producto, conservando la humedad y el sabor de los alimentos intactos. Con un correcto envasado al vacío no será necesario congelar los alimentos, aunque puedes hacerlo si quieres. A su vez, y como ya hemos apuntado, salvo la carne, la comida no cambia de textura ni apariencia. Y por último, y no menos importante, los alimentos se conservan frescos y no adquieren olores desagradables del entorno.
Las desventajas del envasado
Aunque son pocas, envasar al vacío también tiene sus desventajas. En primer lugar, este sistema no protege los alimentos de los microorganismos que no necesitan el oxígeno para vivir y reproducirse. Es decir, estas bacterias pueden actuar dentro de la bolsa sin ningún tipo de problema. Es el caso de la toxina botulínica, la cual solo necesita de un aumento de temperatura para multiplicarse y dañar al organismo.
La segunda desventaja es que en los alimentos con una textura muy frágil, sí que se puede llegar a deformar la apariencia del producto. Las bolsas en las que se envasa también pueden verse afectadas tanto por la humedad como por el calor, provocando cambios en la textura y coloración del producto y de su envase. Para eso es fundamental el uso del cierre hermético y el escoger bolsas apropiadas y con unos estándares de calidad altos.
Como usar una envasadora
El proceso para envasar al vacío los alimentos es muy fácil. En primer lugar se introducen los alimentos en la bolsa de plástico. Posteriormente, se coloca dicho envase lo más cerca posible del elemento aspirador. Y finalmente, la maquina envasadora empezará a eliminar el aire del interior, para posteriormente concluir con el sellado del la bolsa.
Como puedes comprobar, envasar la comida al vacío es un proceso sencillo y rápido. Además, el envasado evita que desperdiciemos alimentos y consigamos mantener sus propiedades durante mucho tiempo. Y tú. ¿Te gusta usar esta técnica?
