Envasar al vacío es una técnica de conservación utilizada, principalmente, por las grandes superficies del sector de la alimentación. Productores y supermercados logran así alargar la vida útil de los productos alimenticios sin la necesidad de usar conservantes. No obstante, el uso de este método se ha extendido también a los hogares y cada vez son más las máquinas de envasar al vació domésticas en el mercado. Pero… ¿Entraña algún tipo de riesgo? Descubre eso y más en este artículo ¡Sigue leyendo!
¿En qué consiste envasar al vacío?
El funcionamiento de las máquinas de envasar al vacío consiste en extraer el aire de una bolsa plástica específica en la que se encuentran los alimentos a través de una gran presión. De este modo crean un espacio libre de oxígeno, el responsable de la oxidación y descomposición de los alimentos. Se puede envasar cualquier tipo de alimento (siempre que la máquina sea la adecuada): crudos o cocinados y enteros o cortados. No obstante, serán factores que determinarán el tiempo que durarán en buen estado. Pero, por lo general, su vida útil suele multiplicarse.
Sin embargo, seguramente pensarás en otras opciones más comunes en los hogares como el congelado. Este método es otra opción muy interesante para alargar la fecha de caducidad de cualquier producto fresco, sin embargo, presenta un gran inconveniente: la pérdida de textura. Una de las ventajas del envasado al vacío es que no se pierden las propiedades organolépticas (color, aroma, sabor, textura) de los alimentos. Con una única excepción: el color de la carne sí que varía. No obstante, cuando se saca de la bolsa recupera el color rojizo en poco tiempo.
¿Qué riesgos entraña?
El envasado al vacío llevado a cabo por las grandes empresas del sector están reguladas por las autoridades sanitarias. De ahí que las máquinas sean profesionales y la composición de las bolsas de plástico sea bastante concreta. El «problema» es que este método ha llegado a muchos hogares por las ventajas que supone en términos de comodidad, flexibilidad y efectividad. Pero, todo tiene su aquel. Y el aquel de envasar al vacío en casa, en ocasiones, entraña posibles riesgos para la salud.
La falta de oxígeno impide crecer microorganismos causantes del deterioro de los alimentos. Hasta ahí bien. En cambio, hay otras bacterias llamadas anaerobias que precisamente crecen sin necesidad de oxígeno e, incluso, mejor sin él. La problemática radica en que estas bacterias sí suponen un riesgo para la salud, ya que son causantes de determinadas afecciones. Otro inconveniente es que los microorganismos que no pueden crecer sin el oxígeno son alterantes, es decir, cambian el alimento y nos alertan de qué algo no está bien. Pero, sin ellos, no sabremos si el alimento está o no en mal estado, ya que no podremos percibirlo.
Por tanto, si queremos utilizar este método debemos conocerlo muy bien y hacernos con una máquina de calidad. La más barata nos cuesta 40 euros, sin embargo, para hacerlo de la mejor forma posible deberíamos adquirir una de mejor calidad, al menos de 150-200 euros. Además, generaríamos mucho residuo plástico, ya que sólo se pueden usar bolsas de plástico.
Ventajas del envasado al vacío
Aunque el envasado al vacío se deba siempre complementar con algún método que incluya frío como la refrigeración, el congelado no es estrictamente necesario. La carne envasada puede durar hasta un mes en la nevera en comparación con los cinco o seis días que nos duraría en este mismo lugar sin envasar. Además de la oxidación (otra clara ventaja) podemos evitar la proliferación de bacterias y hongos fermentadores, responsables del sabor extraño en productos frescos.
En resumen, el envasado al vacío es una técnica perfecta para empresas que cuentan con la tecnología necesaria y, además, regulada por la sanidad. No obstante, esta misma técnica en casa aún resulta polémica. Creemos que siempre que se opte por probarla en el hogar es necesario contar con una buena máquina de calidad y la higiene necesaria para garantizar la seguridad alimentaria. Y tú, ¿Qué opinas sobre este método? Cuéntanos lo que piensas en los comentarios ¡te leemos!
