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Etiqueta smartlabel para alimentos, ¿cómo funciona?

Por fin tenemos una útil innovación en la caducidad de prodctos gracias a la etiqueta smartlabel para alimentos. La empresa Oscillum Biotechnology, del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández en Elche ha conseguido lo imposible. Esta va mucho más allá que la simple fecha de caducidad actual, ya que indica el estado de la comida en tiempo real. Nos lo advierte mientras cambia de color como un semáforo o un camaleón. De esta manera, le estrechamos el cerco al despilfarro al igual que la app Encantado de comerte. ¿Cómo hace para medir el grado de putrefacción? ¡Te lo explicamos!

¿Cómo es posible esta etiqueta? 

Has encontrado un filete de ternera en la nevera. La etiqueta del envase indica que caducó ayer. Sin embargo, al oler la carne no aprecias nada extraño. Quizás huele más fuerte de lo normal pero no hasta el punto de estar podrida. ¿Qué hacer? Barajas las posibilidades mientras la duda se apodera de ti . «¿Me lo como para no desperdiciarlo y me arriesgo a que me siente mal? ¿Lo tiro a la basura aunque quizás podría habérmelo comido?». Esta fue la discusión que dio como fruto el nacimiento de la etiqueta smartlabel para alimentos. Hablamos de que olor y sabor son parámetros de calidad y no de seguridad.

Lo primero es dejar bien claro cómo funciona. La etiqueta smartlabel para alimentos está compuesta por una mezcla de polímeros y sensores químicos. Estos últimos detectan la materia en descomposición cuando están en contacto con el alimento. Así pues, encuentran la cantidad de partículas procedentes de la putrefacción. La etiqueta cambiará de color en función del número percibido. Suena sencillo para el consumidor y así es. Se trata de un funcionamiento intuitivo que puede emplear cualquier persona.

¿Es sostenible la etiqueta smartlabel para alimentos?

Efectivamente, polímeros. Tal vez haya pasado por tu cabeza la siguiente pregunta. ¿Cómo un producto hecho de plástico puede considerarse un baluarte de la protección ambiental? No estamos ante un caso de una empresa que se lucra con la doble moral. Los materiales de la etiqueta son biodegradables y no dañan el medio ambiente. Además, los compuestos empleados los avala la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

etiqueta de Oscillum en un envase de ternera
etiqueta smartlabel para alimentos en un envase de carne / Fuente: oscillum

Oscillum también persigue la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Aunque no lo parezca, el desperdicio de alimentos es la causa de una imponente cantidad de estas. 3.500 millones es el número de toneladas que se liberan cada año como consecuencia de los alimentos no consumidos. 

Obviamente la producción de alimentos tiene un coste medioambiental. Cuando estos no se comen estamos impactando la naturaleza de una forma innecesaria. Hablamos de cifras escalofriantes, ya que se desperdicia hasta un tercio de la producción a nivel global. En concreto, son unas 1.700 millones de toneladas de alimentos las que se desechan. Si dejásemos de tirar comida podríamos dejar de destruir ecosistemas para producir alimentos que luego se van a tirar.

Etiquetado de una dorada
Etiquetado de una dorada / Fuente: oscillum

¿Cuándo saldrá a la luz?

Está previsto que la etiqueta smartlabel para alimentos llegue a los mercados en nueve meses o un año como muy tarde. Esperan que mientras llega el lanzamiento de su prototipo comercial puedan conseguir todos los permisos. No obstante, esto no basta. La compañía necesita encontrar un socio industrial potente que les permita fabricarlas a gran escala. Confían en poder hacerlo durante este periodo mientras pasan los controles.

Seguramente, una vez tengan el visto bueno, las marcas estén esperando a utilizarlas. Una idea tan novedosa no pasará desapercibida. De momento, es completamente funcional en carnes y pescados frescos. También trabajan en hacerlo posible con alimentos procesados: palitos de merluza, embutidos, hamburguesas, salchichas… Uno de sus objetivos a medio o largo plazo es fabricarlas para alimentos precocinados. La decisión responde a un incremento de la demanda de estos últimos.

Científica de Oscillum trabajando en la smartlabel
Científica de Oscillum trabajando en la etiqueta / Fuente: parquecientificoumh.es

La idea es una iniciativa necesaria que logrará un sector alimenticio más ecológico y responsable. Es seguro que cada vez saldrán a la luz más iniciativas similares. La tecnología avanza a pasos agigantados y debemos estar preparados porque acabará por cambiarlo todo. En este caso el beneficio será palpable tanto para los bolsillos como para el planeta Tierra

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