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Fraude en productos «mediterráneos»

¿Qué está pasando con los productos anunciados como «mediterráneos«? ¿Tienen algo que ver con la dieta tradicional de esta región del mundo? Descubre que no es oro todo lo que reluce. Detrás de lo que compramos hay mucho marketing y este intenta sumarse a cada tendencia saludable. ¡Descubre el engaño al que miles de personas han sucumbido!

¿En qué consiste el fraude de los productos «mediterráneos»?

La dieta Mediterráea es una de las más saludables del mundo. Por algo es que los países que la siguen registran las mayores esperanzas de vida. Es más, se relaciona inversamente con todas la causas de mortalidad según algunos estudios. Por ello es que muchas marcas aprovechan el tirón y la utilizan como reclamo de forma fraudulenta. Así pues, no todos los productos que se publicitan como «mediterráneos» son tal cosa.

Un estudio de «Nutrition and Food Science Journal» concluye que la mayor parte de estos alimentos no tiene nada que ver con la etiqueta empleada. Ni siquiera aparecen en la pirámide nutricional de la dieta mediterránea. Este analizó 1.219 anuncios de alimentos de 103 productos. También se encargó de 541 anuncios de bebidas de 109 productos. Los canales de la publicidad distintos medios: televisión, periódicos, radio… Todo ello entre los años 2011 y 2019.

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El aceite de oliva, un básico de la dieta mediterránea/Fuente: Pixabay

El resultado

Resultó que tan solo el 13’59% de los productos «mediterráneos» poseían un valor nutricional alto según Nutri-Score. Del resto, un 19’49% tenía un valor medio-alto. Al medio le correspondió un 25’27% y al bajo un 29’13%. Por otro lado, el valor muy bajo supuso un 13’59% del total.

Las investigadoras se dieron cuenta de que muchos de esos productos se vinculan a la dieta mediterránea.Esto crea la tremendamente falsa sensación de que son saludables. Es por ello que exigen una regulación más estricta aunque no se trate de publicidad engañosa realmente. Acusan a la ley vigente de estar desfasada, ya que es de los años 80. Por ello es que sus explicaciones sobre algunos aspectos resultan muy vagas.

 

En concreto, los productos «mediterráneos» que más habitualmente usan la etiqueta son el tomate frito y las salsas. A estos les siguen las sopas y la comida precocinada. Los datos relacionados con las bebidas resultan curiosos, ya que el 89% de las que emplea esta denominación son alcohólicas. Además, la tendencia crece. Es decir, seis productos usaban el reclamo en 2011. ¡En 2020 fueron veinte! Por lo tanto, caemos en el riesgo de que la dieta mediterránea quede desvirtuada. ¿Crees que la regulación publicitaria debería ser más restrictiva para evitar que nos la cuelen?

 

 

 

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