La fruta deshidratada es uno de los snacks que más ha aumentado su éxito en poco tiempo. Unos aperitivos que a priori son considerados saludables. Pero, ¿realmente son tan sanos cómo creemos? Te contamos todos los detalles acerca de este curioso alimento.
La deshidratación desde épocas remotas
La fruta deshidratada no es el único alimento en el cual se emplea el método de la deshidratación. Hay constancia del uso de esta técnica de conservación desde hace siglos para todo tipo de productos. El motivo de que haya perdurado tanto en la historia es que posee múltiples ventajas. Este modo de tratar los alimentos consiste en eliminar la gran parte del agua que posee el mismo aprovechando las condiciones climáticas.
Estas condiciones son el aire seco, la temperatura elevada y la luz solar. En la actualidad hay maquinas especiales para deshidratar alimentos de forma rápida y sencilla en casa. Se trata del desecador de alimentos. Su funcionamiento es fácil, muy similar a la freidora de aire. Se mete el alimento en el aparato y el aire caliente hace el resto. Una forma segura de preparar tu fruta deshidratada si no quieres comprarla en ningún establecimiento.
Los beneficios de la fruta deshidratada
Lo primero que se nos viene a la mente cuando vemos fruta deshidratada es que no tiene pinta de ser saludable. Nada más lejos de la realidad. Este aperitivo tiene una cantidad ingente de propiedades. La principal es que como su nombre indica, es fruta. Aunque a muchos de estos snacks se les añade azúcar, la mayoría no es así. Es, junto con los frutos secos, uno de los alimentos aliados de nuestro cuerpo.
Entre los beneficios más característicos es el aporte de vitaminas del grupo B, sobre todo de tiamina, fundamental para el mantenimiento de las células. A diferencia de la fruta fresca, este snack tiene unos índices de vitamina C bajos. Asimismo, son ricas en magnesio y calcio, lo que le hacen ser un aliado de nuestros huesos. Ofrecen un alto porcentaje de fibra, lo que la convierten en esencial en las dietas, gracias a su poder saciante.
Las desventajas de su consumo
La fruta deshidratada contiene unos niveles calóricos altos, por lo que se recomienda comerla con moderación. Como ya hemos comentado, algunos de estos aperitivos que compramos pueden contener azúcar. Por lo que es recomendable que antes nos enteremos bien de lo que adquirimos, sobre todo si padecemos de enfermedades como la diabetes. Como ya hemos comentado, para evitarlo, podemos hacerlas en nuestras casas.
Aunque no se ha demostrado científicamente, hay especialistas que desaconsejan el consumo de estos aperitivos por el daño que puede hacernos a nuestros dientes. Y es que, al perder el agua que contiene, nuestra dentadura, que es muy sensible, puede sufrir más de lo esperado. Otro de los peligros de la fruta deshidratada industrial es que, a fin de que luzcan, se le añadan químicos, conservantes y colorantes que puedan afectar a nuestro cuerpo.
Fruta deshidratada vs. escarchada
No todas las frutas son proclives al proceso de deshidratación. Y es que cada fruta tiene sus características particulares. La fruta deshidratada que más podemos ver en el mercado son el kiwi, la naranja, o la piña, es decir, las que más agua tienen. Otras, como la cereza o los frutos rojos tienen dificultad para su secado, por lo que se le añaden grandes cantidades de azúcar o almíbares antes de sus secado. Así se crea la fruta escarchada o confitada.
Este tipo de producto es de una calidad nutricional más baja que la deshidratada, por lo que debemos fijarnos en lo que cogemos antes de consumirlo. La fruta confitada es especialmente utilizada para repostería, sobre todo en el célebre Roscón de Reyes. Aunque mucha gente aparta las características «gominolas» que reposan sobre el mismo, lo cierto es que su sabor es dulce y apetitoso.
Como ya hemos comentado, la fruta deshidratada es un alimento rico en gusto y nutrientes, fácil de comer y transportar a cualquier lugar. Un producto con sus pros y sus contras, pero que seguro le sabremos sacar partido. ¿Las vas a mirar con otros ojos?
