Se trata de una de las frutas preferidas por los españoles y de las más esperadas durante todo el año. Hablamos de las cerezas, uno de los alimentos más completos de nuestra dieta. Te contamos todo sobre ellas y te damos unos consejos sobre cómo disfrutarlas.
La fruta favorita
Las cerezas son la fruta por excelencia en España. Recolectada entre primavera y verano, se trata del único fruto con hueso no climatérico de nuestra dieta mediterránea. ¿Qué quiere decir eso? Pues que no siguen madurando después de ser recolectadas. Es decir, cuando las cogemos del árbol verdes, no se volverán rojas con el paso del tiempo. Es por eso que no podemos disfrutarlas el resto del año, por lo que siempre son muy esperadas por la gente.
Elegir cerezas en el supermercado o en la frutería no es tan sencillo como todo el mundo cree. En ocasiones están ácidas, otras duras y en otras muy maduras, casi para tirarlas. Por eso hay diferentes detalles para analizar, los cuales debemos tener en cuenta para llevarnos las mejores a nuestras casas. Otro de los aspectos a observar es el precio con el que nos las encontramos al ir a adquirirlas.

En busca de las mejores cerezas
El primer paso que debemos dar es fijarnos en el color que tienen las cerezas. Acertar con él es fundamental, ya que como hemos apuntado, al tratarse de un fruto no climatérico, no podemos a que se nos maduren después de comprarlas. El mejor color de una cereza es que estén oscuras, eso sí, sin pasarnos de oscuridad.
Todos tenemos en mente y asociamos la cereza con el color rojo. Así se ha representado siempre en dibujos, cuadros o fotografías. Pero hay que tener cuidado, porque si están rojas es posible que estén duras y ácidas, es decir, no han alcanzado la madurez exigible. La mejor opción es que sean granates, porque si las cogemos negras, es posible que estén a punto de pasarse.
Aunque, a decir verdad, estos consejos no sirven para todas las cerezas. Hay muchas variedades de ellas en el mercado. Entre ellas destaca la picota, un tipo que se cultiva en el Valle del Jerte (Cáceres) y que están consideradas como de mayor calidad al resto. La diferencia es que son de un color más oscuro, más pequeñas, sin rabo y de un sabor más dulce. Eso sí, si ves una cereza con una marca donde debería estar el rabo y que te venden por picota, no lo es. La verdadera pierde el tallo de forma natural.

Los beneficios de este fruto
Las cerezas son un alimento muy saludable. Están llenas de antioxidantes como la melatonina, que ayudan a la reducción de enfermedades cardiovasculares. También son ricas en vitaminas A, C y E, y en potasio, magnesio e hierro. Ayudan a la prevención de la pérdida de memoria, reducen la inflamación y los síntomas de la gota.
Si tienes problemas gástricos, tendrás en las cerezas un aliado indispensable, ya que son una fuente rica en fibra, reduciendo también el riesgo de diabetes, dado que contienen un índice glucémico moderado. Pero como todo, hay que consumirlas con moderación, ya que debido a ese alto contenido en fibra, el consumo excesivo puede provocar úlceras o cólicos. Y si eres deportista, son muy aconsejables para una rápida recuperación muscular y para reducir los dolores en los tendones y las articulaciones.

En definitiva, las cerezas son una buen alimento, ya sea para la merienda, como postre o como un pequeño tentempié para personas de todas las edades, ya que refrescan, son fáciles de comer y tienen un sabor muy apetecible. Además, 100 gramos de cerezas contienen únicamente 48 calorías, lo que las convierten también en un aliado para perder peso. Llegados hasta este punto, ¿sabrías diferenciar unas buenas cerezas en la tienda?