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Leche de yegua: un gran descubrimiento

Pese a que su consumo no está muy extendido en la actualidad, la leche de yegua lleva siglos siendo admirada por diferentes culturas. ¿Quieres saber más acerca de este alimento cada vez más preciado? Te contamos todos los detalles acerca de este producto tan beneficioso.

Un poco de historia

La leche de yegua lleva siglos presente en diferentes culturas. Los tártaros rusos ya la utilizaban en el siglo V como principal sustento de su gastronomía y su medicina. Gracias a su composición, esta tribu la utilizaba para fabricar ungüentos medicinales y productos lácteos. La leche sobrante la utilizaban como base para la elaboración de licores avinagrados con mucha fama en sus regiones.

Este grupo étnico euroasiático no fue el único que utilizaba esta leche como base de su alimentación y bienestar. Es vox populi que Cleopatra se bañaba en leche de burra, pero también de yegua. Y es que en el antiguo Egipto, estos dos animales eran muy comunes en la corte faraónica. En el siglo XIX salieron estudios en los que se aseguraba que esta leche era similar a la humana, por lo que se empezó a hablar de su uso como sustitutiva.

leche de yegua
Una yegua amamantando a su cría. / Fuente: Pixabay

Alimentos de leche de yegua

Según los estudios que se llevan haciendo desde hace dos siglos, los componentes de la leche de yegua son muy cercanos a la humana. Aunque se trata de un producto escaso, ya existen empresas que comercializan con ella en diferentes formatos. Y es que la hembra del caballo solo produce un litro de leche al día en épocas de lactancia, siendo ese periodo de alrededor de cinco meses.

La empresa Ecolactis pone a disposición de los consumidores una línea de productos de alimentación producidos con esta leche. Venden cápsulas de esta secreción liofilizada como complemento alimenticio de excepcionales propiedades. También ponen a disposición la leche de yegua en polvo, un formato fácil de utilizar, y que no pierde ninguno de sus nutrientes.

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Un ganadero ordeñando una yegua. / Fuente: Agencia EFE

Un producto de múltiples beneficios

La leche de yegua tiene múltiples beneficios. Como el resto de secreciones provenientes de otro mamíferos, este alimento es rico en calcio. No obstante, su aporte de este mineral es tres veces superior a la leche humana. Aun así, ambos líquidos son muy similares en cuanto a su composición nutricional. Ambas contienen niveles similares de vitaminas A, D, K y B6, y de micronutrientes como el fósforo o manganeso.

En lo que sí discrepan es en la cantidad de vitamina C. La de yegua es muy alta en comparación con la materna. Esta vitamina ayuda al sistema inmunitario y desempeña un papel fundamental en la absorción del hierro. Si la comparamos con la leche de vaca, tiene menos grasa y más proteína que esta. Por eso es particularmente bien tolerada por los alérgicos a la de vaca. También contiene una enzima esencial como agente antimicrobiano: la lisozima.

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Leche de yegua en diferentes recipientes. / Fuente: Farmafree

Las propiedades terapéuticas de la leche de yegua

Como hemos comentado, la leche de yegua tiene múltiples beneficios, siendo un aliado para tratar enfermedades. La asociación Equaid, en colaboración con la Universitat Autònoma de Barcelona y hospitales tan prestigiosos como el Clínic o el Sant Joan de Deu, han publicado un estudio en el que alaban este alimento para tratar diferentes enfermedades, alguna de ella de extrema gravedad.

Pese a que no cura las enfermedades, si que aporta los nutrientes esenciales para disminuir los efectos de las mismas. Entre estas dolencias se encuentran el cáncer, la enfermedad de Chron, el colesterol, la depresión o la anemia, entre otras. Para los responsables de este estudio, beber un vaso o tomar una cápsula de este líquido afecta positivamente a los neurotransmisores, por lo que devuelve la vitalidad y el equilibrio a nuestro organismo.

El otro uso que se le da a la leche de yegua es en el mundo de los cosméticos. Ya hemos dicho que los tártaros la utilizaban para fabricar medicamentos, gracias a las propiedades que aporta la lactoferrina, un componente con propiedades hidratantes y regeneradoras de nuestras células. Las cremas hidratantes elaboradas con esta leche ayudan a curar enfermedades de la piel como los eczemas, la psoriasis y el acné. ¿Curioso, no?

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