Que los jóvenes consuman menos vino y que su interés sea realmente muy bajo en esta bebida debería preocupar al sector. Todo ello en un país que es el mayor productor del vino del mundo y que no consigue parar el descenso del consumo de vino en la famosa Generación Z.
Según los datos que se manejan solo entre el 6 y el 10% de jóvenes de menos de 35 años consume vino, como mínimo, una vez al mes. Y lo más preocupante es que no tienen ningún interés por esta bebida. Y es que el gran consumo de vino actualmente se produce en los mayores de 50 años. Es el segmento donde cada vez más se prioriza la calidad por la cantidad.
Aunque el descenso del consumo de alcohol está consolidándose entre los jóvenes el caso de la cerveza es una excepción. También lo es el mundo de las ginebras que aunque de alta graduación siguen estando de moda. El caso de la cerveza no tiene grandes aumentos del consumo. El ascenso de este último año solo ha sido de un 0,7% pero se consolida como bebida para jóvenes y como bebida de socialización.
Las bebidas saludables y energéticas ganan la batalla en el consumo de vino entre los jóvenes
El gran aumento del consumo de bebidas lo tienen las bebidas energéticas y la kombucha. Esta última como bebida saludable en un nicho que sigue penetrando en el mercado y llega ya a un 5% de los hogares españoles.
El caso de las bebidas energéticas ya es alarmante. Actualmente las consumen el 40% de los jóvenes. Este problema ha disparado las alarmas por los efectos que pueden tener en la salud.
Aunque el sector del vino alguna vez lo ha intentado las malas campañas y estrategias para aumentar el consumo de vino en jóvenes no han funcionado. Un sector muy tradicional obsesionado por educar en el mundo del vino y no por el disfrute como han hecho las grandes cerveceras aleja y asusta a los nuevos consumidores de vino. La incapacidad del sector para educar en el disfrute ha llevado a que se vea como una bebida alejada de los valores de este sector de la sociedad. Y aunque algunos creen que el problema es el precio España tiene una gran diversidad de precios y con un gran calidad la mayoría.
