Este miércoles, la Comisión Europea ha publicado la inscripción definitiva de la IGP Oli d’Eivissa o Aceite de Ibiza. Con este logro se finaliza el trámite para la aprobación definitiva de la nueva Indicación Geográfica Protegida española. En este momento figuraba de forma provisional desde el pasado mes de junio esperando posibles alegaciones y ya ha pasado a ser oficial.
La aprobación definitiva de la IGP llega en el momento de la cosecha de la aceituna y por tanto esta cosecha 2020 será la primera que podrá salir con la acreditación de esta nueva IGP. Podrán acogerse los aceites de las variedades picual, arbequina y koroneiki. Su comercialización se podrá realizar de forma monovarietal o conjunta siempre y cuando tengan una presencia mínima del 90 %. De esta forma, en el 10% restante podrán tener presencia otras variedades comerciales inscritas en el registro.
La productividad máxima se establece en 17 litros por cada 100 litros de aceitunas y se prohíbe la mezcla de aceites de diferentes añadas. Requisitos básicos para garantizar un aceite afrutado y fresco que gane más prestigio en el mercado.
El producto: oli d’Eivissa
La norma de la IGP Oli d’Eivissa indica que se deberán comercializar sus aceites en envases oscuros, en envase de metal o vidrio oscuro. Todo para que el sol no afecte a la calidad del aceite, uno de sus mayores enemigos. Además, se indica que se debe comercializar siempre en envases que no superen los cinco litros de capacidad.
El aceite de Ibiza se diferencia de otros por ser un aceite fresco y afrutado de una intensidad media y con un nivel de acidez bajo o medio. Su producción se limita a la isla de Ibiza. Su cultivo se encuentra principalmente en las zonas con una altitud máxima de 300 metros de isla y con suelos principalmente alcalinos.
Con esta IGP consigue darle prestigio y reconocimiento a un producto mediterráneo y con mucha tradición en la isla como es el aceite de oliva. Un lugar donde desde hace siglos se elaboraba el aceite que ahora veremos etiquetado como oli d’Eivissa.
