Los postres proteicos nacen del auge de la proteína en polvo. Esta es una parte fundamental de la dieta de millones de personas. No hablamos de deportistas de competición solamente. También lo hacemos de toda esa gente preocupada por el tono de sus músculos. Los amantes del fitness constituyen un mercado por sí mismos. Es por ello que en este artículo te proponemos distintas opciones a la hora de consumir este suplemento. Haz que tus músculos crezcan con estas deliciosas recetas.
¿Postres proteicos? ¿Dopaje?
Lo primero de todo es recordar que la proteína en polvo no es una sustancia dopante. Tan solo es un complemento que consiste en la misma proteína que encontramos en los alimentos. La de suero, por ejemplo, proviene del proceso de elaboración de la leche. Así pues, solamente añadimos al cuerpo un extra de algo que necesita para reparar los músculos después del ejercicio y hacerlos crecer. Tranquilos, papás y mamás, vuestros hijos no consumen esteroides en formato de batido. Los esteroides provocan que el músculo incremente solo. La proteína solo funciona si entrenas correctamente.
Magdalenas de proteína de suero con mermelada de arándanos
El arándano no deja indiferente a nadie. Considerado por muchos como superalimento, destaca por su concentración de vitamina C y antioxidantes. En este caso el proceso de elaboración es casi idéntico al de unas magdanelas normales. Solo difiere el hecho de añadirle proteína de suero junto a la harina en el momento de hacer la masa. Es un ejemplo sencillo de cómo aumentar rápidamente la ingesta de proteínas con el mínimo esfuerzo.
Yogur proteico casero con fresas
A diferencia del de Mercadona, este lo hacemos a mano. El proceso resulta económico a la vez que sencillo. Cogemos fresas y las partimos en cachitos antes de congelarlas toda la noche. Tras esto las mezclamos con yogur griego y las batimos de nuevo con un cacito de proteínas. Para mejorar su presentación puedes servirlo en un vasito de cristal con unos cachitos de fresa por encima. ¡De rechupete!
Tortitas proteicas de chocolate
La elaboración es muy similar a la de las tortitas clásicas. Se echan dos huevos en la batidora junto a un vaso de leche (de vaca o bebida vegetal). Tras ello, añadimos un cacito de proteína en polvo junto a uno de harina de avena. Esta última debe tener sabor a cacao. De lo contrario, debemos estar en posesión de algo de cacao en polvo para echarlo a la batidora. Se bate bien y cuando la masa esté sufientemente líquida la pasamos a la sartén con algo de mantequilla. ¡Cuidado que no se pegue!
Gelatina proteica casera
Receta muy sencilla para toda la familia. Calentamos leche en un cazo sin que llegue a hervir. La retiramos del fuego y vertimos un sobre de gelatina neutra. Removemos hasta que la gelatinaesta se diluya del todo. Una vez disuelta, añadimos el cacito de proteínas entero. La gelatina resultante adquiritá el sabor de las proteínas, por lo que uno se puede poner creativo.
Café proteico con cacao
Ideal para adictos a la cafeína pero no para baristas. El funcionamiento es simple. Consiste en mezclar una taza de café solo con 1con solo 150ml de leche (de la que nos guste). Tras lo cual añadimos medio cacito de proteína de suero, preferiblemente de sabor neutro. En caso de que sea de chocolate podemos saltarnes el siguente ingrediente: cacao en polvo. Precisamos tan solo de cinco gramos de este para la bebida energética que nos aporta un extra de proteínas.
Pechugas de pollo rebozadas de proteína de suero
Rizamos el rizo. La pechuga de pollo ya es un alimento rico en proteínas de por sí. Fileteamos las pechugas y las freímos a la plancha. En un plato aparte batimos dos huevos y en otro mezclamos la proteína con la sal y las especias. Pasamos las pechugas por el huevo batido y después por el plato de las especias. Tras ello las hornearemos durante 10 minutos aproximadamente a 220 grados. Así es como se enriquece más aún el alimento por excelencia del deportista.
Conclusiones
Limitarse al batido de proteínas puede llegar a cansar. Desde redacción te invitamos a ti, deportista, a bucar opciones cada vez más creativas. Hay todo un mundo de posibilidades por descubrir en el mundo de los postres proteicos. ¡A por ellas!
