Descubre las claves de la salsa boloñesa de soja vegan que ha arrasado en los supermercados. ¿Qué tiene de especial y por qué estamos ante un cambio de paradigma? ¿Qué otros productos veganos triunfan en Carrefour? ¡Vamos a verlo!
¿Salsa boloñesa y pasta fresca veganas?
Una salsa boloñesa de la marca Gallo ha conquistado a los clientes de varios supermercados. Tanto Carrefour, Alcampo y Eroski la ofrecen y han visto cómo se vendía rápidamente. Esta consta de salsa de tomate, vegetales y soja. Además, su precio no es muy caro al rondar los 2’50 euros. Además (a pesar de que carece de carne) su sabor recuerda a la original, la cual se hace con carne picada. Por si fuera poco, ¡el envase de 350 gramos puede conservarse hasta 30 meses!
No es el primer producto vegano que lanza Gallo. También incluye en su catálogo una pasta fresca vegana. Gracias a esta, los seguidores de esta dieta que aman la pasta pueden disfrutrar de uno de sus platos favoritos. Puedes encontrarla en el mercado dentro de dos categorías distintas:
- Tortelloni de brócoli con relleno cremoso de espinacas
- Tortelloni de tomate con relleno cremoso de hortalizas
Ambas clases son preparadas con productos vegetales y un cremoso relleno preparado a base de arroz Strachicco. Su precio de venta es de 3’25. Su envase es de 250 gramos y la puede durar hasta 70 días.
Los productos veganos que arrasan en Carrefour
La salsa boloñesa vegana ha arrasado en Carrefour. No obstante, hay otros productos veganos que están conquistando a los consumidores. Entre ellos hay productos como kéfir vegetal, crema catalana y crema de queso para untar. Todos ellos son promocionados por los propios compradores a través de las redes sociales, por lo que cada vez ganan más adeptos. Otros que no podemos olvidar son los Nuggets vegetales, el queso parmesano también vegano o los ganchitos de queso.
Como comprobamos una vez más, el auge de las dietas veggie no se trata de una moda puntual. Es una tendencia que ya se ha establecido y ha cambiado el paradigma para las empresas del mercado. Quedó atrás la época en la que el fricky era quien miraba la etiqueta de los alimentos. ¿Qué te parece?
