Carrefour, Mercadona, Dia, El Corte Inglés, Eroski e incluso Amazon venden una amplia gama de suplementos nutricionales. Como consumidor puedes obtenerlos a un precio muy económico (algunos más que otros) y a la vuelta de la esquina. En cierto modo, su accesibilidad les confiere una gran ventaja y, a su vez, un riesgo. Y te vamos a explicar por qué.
¿Qué son los suplementos nutricionales?
Actualmente, los suplementos nutricionales están rodeados de una gran polémica. Algunos expertos afirman que son necesarios, mientras que otros lo desmienten. En primer lugar, debemos preguntarnos qué son exactamente. Bien, los suplementos nutricionales son productos que proporcionan al cuerpo humano los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente. Estos nutrientes son elementos químicos que provienen del exterior y, por tanto, que no llegamos a obtener con nuestra dieta normal.
Los suplementos dietéticos contienen ingredientes como las vitaminas, minerales, hierbas, ácidos grasos esenciales, aminoácidos y enzimas. Habitualmente los podemos encontrar en cápsulas, tabletas, polvos, etc. El verdadero problema acerca de los suplementos es el desconocimiento. Los nutricionistas hacen uso de determinados suplementos que sí que tienen eficacia comprobada y demostrada. Y lo más seguro es que no sean del supermercado de la esquina de tu casa. Sin embargo, los consumidores con tan solo ir al súper pueden comprar botes de vitamina C o colágeno en polvo sin saber si quiera si es lo que necesitan.
Suplementos en los supermercados
La publicidad arrasadora y el marketing «engañoso» atribuyen a los suplementos propiedades infinitas que no cumplen en absoluto. No obstante, sí que cumplen su objetivo: convencer al consumidor. En el supermercado no hay especialistas que te asesoren. No hay control. Posiblemente estés comprando «X» suplemento para estar menos cansado y que realmente lo único que necesites sea una dieta equilibrada. Sin embargo, el precio tan asequible de los suplementos de los supermercados y una solución fácil es una gran tentación para cualquiera.
Siempre decimos que lo «natural» no es inocuo.
De hecho, en suplementos, tenemos que etiquetar algunas advertencias que no siempre leemos en el etiquetado.
Sobre todo en embarazadas y niños.Muchas se veden en supermercados… así que ojito
Aquí os hago un resumen. pic.twitter.com/c5NxL0E5wJ
— Gemma del Caño (@farmagemma) February 3, 2020
Los médicos y nutricionistas alertan del consumo descontrolado de estos complementos. Además, existen estudios que demuestran la relación entre el consumo de suplementos y enfermedades como el cáncer. Y no solo eso, sino que existen cada vez más casos documentados sobre ello. Un ejemplo que algunos recordaran es el de Jim McCants (trasplante hepático relacionado con el consumo de cápsulas de té verde). Bien es cierto que para ciertos grupos de la población complementar su dieta con estos productos es una buena opción. El grupo hospitalario español Quirón Salud recomienda considerar complementar su dieta a:
- Mujeres que planifiquen un embarazo o que estén embarazadas (necesitan ácido fólico y yodo)
- Aquellas personas que necesitan calcio y vitamina D porque padecen osteoporosis
- Si presentas niveles bajos de vitamina B12 en sangre (suele ocurrir en dietas vegetarianas o veganas)
- Las personas que han sido sometidas a una cirugía bariátrica
- Si tu cuerpo no es capaz de absorber nutrientes específicos a causa de alguna patología intestinal
Riesgo de la accesibilidad
Como podemos ver, son grupos determinados. Ni mucho menos toda la población. De hecho, la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos del gobierno de Estados Unidos) alerta de los riesgos para la salud. En Estados Unidos esta administración no puede autorizar las sustancias de los suplementos dietéticos. Únicamente es notificada de cualquier ingrediente nuevo para notificar su seguridad. Pero no su eficacia. Además, también recomienda a los consumidores acudir a un especialista antes de consumir cualquier suplemento.
De ahí, el riesgo de la accesibilidad de los consumidores a estos productos, en general a través de los supermercados. No puedes tomar las dosis que te de la gana. Siempre las recomendadas en el etiquetado. Es tan económico que cualquiera puede tomarlo sin indicaciones. Muchas personas toman varios y no saben combinarlos lo que puede acarrear problemas. Las personas se refugian en las pastillas creyendo que son una solución. Y, como consecuencia, no prestan atención a llevar una dieta saludable y equilibrada.
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Es necesario acudir a un experto…
En caso de querer complementar tu dieta debes realizarte un análisis de sangre. De esta manera podrás saber que déficits nutricionales presentas y, con ayuda de algún profesional, resolverlos. Así, ahorrarás dinero en productos que no necesitas y, además, ineficaces. No existe evidencia científica de los beneficios de los suplementos nutricionales del mercado, y menos, de aquellos especialmente económicos. Como suelen decir: lo barato sale caro. Es preferible invertir en un producto recomendado por tu médico o nutricionista que de verdad te vaya a ayudar. Eso sí, siempre y cuando lo necesites.