España ha soportado unas altas temperaturas durante el mes de junio. Esta situación ha afectado a la agricultura. Uno de esos afectados ha sido el cardo, cuyo cuajo es necesario para la elaboración de la Torta del Casar. ¿Qué tiene esto que ver?
Un problema para la agricultura
Como ya hemos dicho, las altas temperaturas afectan seriamente al campo. De eso bien saben los responsables de la Denominación de Origen Protegida de la Torta del Casar. Este queso se elabora con el cuajo vegetal del cardo, una planta que se recoge a finales de julio, pero que debido a la intensidad del calor, se ha tenido que recolectar en el mes de junio.
Para asegurar la cosecha de esta planta, la DOP de este popular queso extremeño ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Casar de Cáceres. Las dos partes han decidido habilitar dieciocho hectáreas más para plantar cardo y así asegurar que los productores tengan garantizada la cosecha media anual. Se trata de un pequeño muro de contención al cambio climático.
La importancia de la Torta del Casar
La Torta del Casar ocupa un hueco importante en la gastronomía española. De esta manera, se trata de uno de los quesos más representativos de nuestra cocina. Este producto aparece por primera vez citado a finales del siglo XVIII, pero se cree que ya se elaboraba desde cuatro siglos antes. Elaborado con leche cruda de oveja y cuajo del cardo, se deja madurar durante un mes, consiguiendo una crema untable de intenso sabor.
Como todos los productos lácteos, este queso tiene múltiples beneficios para nuestra salud. Tiene unos niveles de proteína muy elevados, lo que le hace ser un aliado para los deportistas que quieren desarrollar sus músculos. Así pues, su aporte de calcio es muy alto, algo fundamental para el desarrollo de los huesos. Además, su consumo está especialmente recomendado para niños y adolescentes.
El cuidado del medio ambiente es algo básico para el desarrollo de cualquier sociedad, y obviamente eso influye en nuestra alimentación. Es fundamental que se combata el cambio climático para que nuestros campos puedan seguir dándonos el sustento de nuestra gastronomía. Y ahora que lo sabes, ¿vas a poner tu granito de arena para ello?
