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Alimentos sin gluten y un consumo al alza

Una de las tendencias que los consumidores españoles están siguiendo con cada vez más ahínco es la compra de alimentos sin gluten, en un contexto de alimentación saludable. A pesar de no padecer ninguna enfermedad celíaca, muchos atraídos por un consumo más sano, optan por escoger productos libres de este elemento. Aunque también es cierto que las marcas se han concienciado mayormente en ofrecer estas alternativas, las cifras que refleja el reciente informe elaborado por la consultora Nielsen son reveladoras. Con respecto al año anterior, el gasto se ha situado en 80 millones de euros con un incremento del 13 %.

Tendencia que sube en los alimentos sin gluten

Principalmente, el consumo de alimentos sin gluten está dirigido a las personas que sufren la enfermedad celíaca. Esta les obliga a comer solo este tipo de productos para evitar problemas. Pero solo afecta al 1 % de la población española. Por lo que se observa con claridad que ese aumento de comprar algo buscando el ‘sin gluten’ no está relacionado con padecer o no dicho problema de salud. Más bien influye en esta decisión un aspecto más de estar concienciado con la vida saludable, aunque la sustancia a evitar no sea tan perjudicial.

Así, de toda la cesta que sería perfecta para los celíacos destacan los artículos del pan o derivados como los más habituales, responsables del 40 % del gasto. Luego están las galletas con el 21 % y también las pastas alimenticias con el 15 %. No escapan a estos altos porcentajes ni los cereales ni los productos de bollería, con el 13 y 11 %, respectivamente. Sin embargo, en el mercado podemos encontrar gran cantidad de otros tipos de alimentos sin gluten, desde el tomate frito hasta los frutos secos. Así se aprecia en esta imagen principal.

Eso sí, por otro lado, cabe recordar que uno de los puntos diferenciadores entre los productos con y sin gluten es el precio, pues es notablemente mayor en el segundo caso. Hablamos, por tanto, de adquisiciones que se podrían calificar de gourmet o premiumdados sus altos PVP. Con un simple ejemplo, esto queda sentenciado: las galletas y las pastas tienen un precio por kilo de hasta 122 y 114 % más caro. No obstante, este aspecto no parece preocupar al consumidor que prefiere la opción free. Y en cada vez más categorías alimentarias, desde la leche hasta los aperitivos o snacks.

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