Con la tristeza todavía permanente y visible sobre todo en el vestido de Vicky Martín Berrocal nada más salir a escena, arrancó la sexta noche de Masterchef Celebrity 4, ya sin ‘Los Chunguitos’. Ambos hermanos que dotaban de alegría al programa fueron expulsados la pasada semana, de la que no sacamos artículo. Los concursantes apenas cocinaron platos como tal y, en lugar de esto, practicaron más técnicas culinarias. Pero ni Juan ni José Salazar supieron superarlas, con el protagonismo de los huevos al final. Pero pasando página al 16 de octubre, este estuvo marcado por menos guasa y más seriedad en el cocinado. A continuación repasamos lo más destacado que se vio en las cocinas, de las que se despidió Álex Adrover.
Los cítricos, a escena en Masterchef Celebrity 4
Las frutas del sudeste asiático -concretamente cítricos de todo tipo- se descubrieron bajo un manto negro para dar comienzo a la primera prueba. Según contó Jordi Cruz, existen hasta 58 variedades de estos alimentos cultivados ya en todo el mundo. Por supuesto, solo algunos estaban en las cestas de Masterchef Celebrity 4 para ser utilizados como ingrediente principal por los aspirantes, que debían preparar platos salados o dulces. De este primer cocinado salieron unas excelentes elaboraciones, pero también algunas horribles. Eso sí, todas iban a ser originales porque debían incluir un elemento sorpresa en el emplatado. Todo para fomentar la creatividad en la cocina, algo pendiente para muchos, según los jueces.
Y si ya se les complicó la prueba a algunos de los famosos que no sabían cómo elaborar su plato, todavía Pepe les exigió que preparasen unos deliciosos torreznos de Soria en ese mismo momento. El mejor fue el de Ana Millán, quien, sin embargo, falló gravemente con su plato cítrico. Entre los peores estuvo su solomillo con zumo de naranja roja o sanguina, pero también los tallarines con gamba y mejillón «sin sabor» (de Adróver). El actor tenía que utilizar la mano de Buda pero erró igual que ocurrió en la tarta con lima de Kéfir (de Falcó). Eso sí, la tremenda bronca de Jordi se la llevó Martín Berrocal con su «ofensa» de plato inexistente, con la naranja incluso sin pelar del todo.
En cambio, entre los manjares más amables al paladar estuvieron el pato con salsa de naranja y una cama de patata violeta (de Izaguirre), así como el falso caviar de pomelo y albahaca, con gambas rojas y chips (de Cid). Igualmente rica fue la presentación de la sepia con una salsa de caviar cítrico (de Ramos). La más experta volvió a ser Anabel Alonso con su «maravilla» de pecera llena de olas formadas con crema de limón y otros añadidos. Magistral plato en todos los sentidos para los jueces de Masterchef Celebrity 4.
Exquisiteces entre la emoción y tensa prueba final
Aunque nunca repasamos la prueba por equipos de Masterchef Celebrity 4, queremos hacer una excepción porque el exconcursante Carlos Maldonado presentó en ella los platos más originales. También los que más sentimiento querían transmitir, pues los aspirantes debían cocinar para el Hospital Nacional de Parapléjicos, ubicado en Toledo. Así, el chef deleitó con su menú especialmente pensado para que los enfermos pudiesen afrontar con fuerza la rehabilitación diaria.
El primer plato era de anguila ahumanda y manzana, impregnada en remolacha, con wasabi y nori, mientras el entrante consistía en corvina con carillas y tendones. Su tercera elaboración era un arroz con pichón, setas y cerezas pasificadas, antes de poner la guinda con un postre muy completo de gelatina, sorbete y mousse. Sin duda, las más sofisticadas delicias de la noche.
Y si Masterchef Celebrity 4 había comenzado con cítricos, acabó en la última prueba con algo muy distinto: aves silvestres (becada, faisán, pintada, pichón, pato, etcétera). Aquí los que mejor dominaron el producto fueron Falcó, Martín Berrocal y Gómez. Todo lo contrario le ocurrió al expulsado, quien no supo manejar el cocinado del ave, por lo que le quedó «cruda y seca», incomible. Aunque a Cid igualmente le pasó algo similar, su plato estaba algo mejor que el de Adróver. Fin a su concurso y a una tensa noche en la que se vio mucho más que actividad en las cocinas.