Los consumidores vinculan cada vez más la alimentación y la gastronomía en general a la salud y al bienestar. La actual pandemia ha acelerado el consumo de los llamados alimentos funcionales que ya estaba consolidándose en los hábitos de la mayoría de personas.
De esta forma la gran mayoría de consumidores actualmente se informan y están interesados en adquirir los llamados alimentos funcionales. El actual momento ha llevado a que un gran parte de las personas adopten una actitud de análisis y conciencia de la influencia que tiene la gastronomía en su salud.
Los elaboradores de productos de alimentación son plenamente conscientes del aumento de la demanda de estos productos. Así , además de los productos más conocidos como saludables como son los probióticos, probióticos, ricos en vitaminas, ricos en minerales, antioxidantes y omega-3. Actualmente están trabajando con estos alimentos para mejorar el sabor , la textura y en general con las sensaciones organolépticas.
Los beneficios de los alimentos funcionales
Los alimentos funcionales ayudan a la salud de una forma muy amplia. Desde los beneficios en la salud cardiovascular, la salud intestinal, el control de la glucosa en sangre, el control del peso, el descanso y la mejora en el sueño Hasta la salud mental y por supuesto en nuestro sistema inmunológico.
Los resultados de las investigaciones sobre la influencia de la microbiota en nuestra salud a ayudado al aumento de estos alimentos. Se relaciona directamente con el aumento de alimentos ricos en fibra que ayudan a mejorar la salud intestinal que se vincula al aumento de la salud inmune.
Alimentación y salud
Aunque hay muchos productos elaborados que buscan esta salud aplicando la tecnología no debemos olvidar que los alimentos naturales nos regala algunos de forma natural. No debemos olvidar que aunque hablamos de alimentos funcionales es el conjunto de nuestra nutrición, en su justa media, la que nos aporta y ayuda a la mejor salud.
Productos como las legumbres y cereales integrales, los frutos secos, el pescado azul, las frutas y verduras capitanean los alimentos funcionales más sencillos y eficientes. También un consumo razonable de carne, lácteos, huevos, pescado blanco y marisco son alimentos funcionales.
Por último recordar que es importante, además de consumir alimentos funcionales, valorar de forma personal nuestra alimentación, valorando la edad, las patologías y la actividad física.
