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Binge drinking vs consumo mediterráneo

¿Se ha establecido en España el binge drinking? ¿Era lo habitual antiguamente que cientos de miles de jóvenes se juntasen con el único propósito de pillarse un ciego del quince? En el artículo de hoy examinamos las diferencias entre las formas de consumo mediterráneas y las propias del norte. ¿Qué tiene que decir Proyecto Hombre al respecto? ¿Puede el consumo mediterráneo librar a los jóvenes de los atracones de copas?

¿Qué es el binge drinking?

¿Conoces el término binge drinking? Se puede definir, a bote pronto, como el consumo veloz e intensivo de bebidas alcohólicas. Probablemente sea el Instituto Nacional de Abuso de Drogas y Alcohol de Estados Unidos quien ofrece la definición más concisa. Es decir, beber de cuatro a cinco bebidas en un plazo aproximado de dos horas. Además los niveles en sangre deben llegar a los 8 gramos por litro, una cifra bastante superior a la tasa de alcoholemia que establece la DGT.

binge drinking
La finalidad del binge drinking no es otra que emborracharse lo más rápidamente posible/Fuente: Pixabay

Si quieres conducir en España, tu nivel de alcohol en sangre no puede sobrepasar los 0’5 gramos por litro. Sin lugar a dudas, se trata de una costumbre cuyas consecuencias afectan especialmente a los jóvenes. La mayor parte de sus practicantes tiene menos de treinta y cuatro años. Además estos acostumbran a emborracharse unas cuatro veces al mes. Lo más preocupante de esta historia es que los atracones corresponden a la primera toma de contacto del alcohol de muchos adolescentes.

Una gran parte de los jóvenes no posee la suficiente percepción del riesgo para tomar una decisión consciente. De ahí que este patrón de consumo sea el germen de la cultura del «botellón». Ni los castigos, ni la prohibición, ni las multas van a cambiar su forma de actuar. Para que comprendan debe existir empatía por parte de las autoridades que buscan un cambio de actitud. ¿Por qué buscan su espacio alejado de los adultos mientras se emborrachan? ¿Existen alternativas a esta situación?

Consumo mediterráneo: una alternativa moderada

Proyecto Hombre, ong que lucha contra las adicciones, ha dado en el clavo. Lleva alertando de que nuestro modelo de consumo de alcohol se parece más al propio de los países anglosajones. Es decir, el modelo mediterráneo ha sido desplazado paulatinamente por el binge drinking. Pero, ¿en qué consiste este? Se trata del propio de los países soleados a la orilla del Mare Nostrum. Se caracteriza por su componente social, al acompañar una copa de vino o una cerveza cuando comemos con amigos o familia.

Emborracharse no es la finalidad per se de beber. Al contrario, forma parte de un acto social agradable. En este modelo también se beben copas de licor pero normalmente en ocasiones especiales. Por lo tanto, estamos ante una manera muy diferente de entender el alcohol. El estudio «Nadando con cocodrilos. La cultura del consumo extremo de alcohol» llega a conclusiones interesantes. Por ejemplo, el 49 por ciento de los jóvenes suecos de 17 años admite que ha estado borracho.

Vino de la Patagonia
Copas de vino. Fuente: pinterest.com

En cambio, la cifra fue del 10 por ciento entre los jóvenes de Italia, Francia y Grecia. Una de las conclusiones de este trabajo es que los atracones de alcohol están más influidos por la cultura que por la edad y el sexo.

¿Qué hacer?

Los centros educativos deberían explicar los riesgos derivados del binge drinking a los menores. Igual es hora de dejar de enviar a policías para que den charlas. La alternativa sería mandar a quienes entienden realmente las consecuencias: personal sanitario y personas con el organismo trastocado por el alcohol. Mientras el enfoque continúe siendo recaudatorio (multas), el problema persistirá. Este método no hará entrar en razón a los jóvenes.

cocinar en familia niños cocina
Dos niños cocinando en casa / Foto cedida por everythinkpr

Por otra parte,  son los padres quienes deben explicar a sus hijos las maneras más seguras de consumir alcohol. Así aprenderán a disminuir los riesgos bebiendo de forma moderada bebidas fermentadas mientras comen. Es el momento de dejar de normalizar las borracheras constantes y brutales como ocio juvenil. No es normal que en 2016 tuvieran que ser ingresados 6000 menores por coma etílico. Es el momento de poner de moda el modelo mediterráneo de nuevo.

 

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