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Calabazas españolas: las más versátiles

Las calabazas españolas están ya en los mercados. La temporada de esta hortaliza de verano continuará hasta noviembre, así que de momento puedes disfrutar de ella. Es un alimento tremendamente versátil que puede beneficiar a personas con varias patologías. Sus propiedades nutricionales y su sabor lo convierten en un alimento único que no te puedes perder. Pero ¿qué tipos de ellas se cultivan en España? ¿A qué esperas para hacer una crema de calabaza o cualquier otro plato de las tantas opciones posibles?

¿Cómo es esta hortaliza?

Esta es una hortaliza de la familia de las Cucurbitáceas. Tiene forma cilíndrica con corteza verde o amarilla. Por el contrario, su carne es blanca. El peso varía ya que las puedes encontrar de 100 gramos pero también de 20 kilos. ¡El récord la tiene una gigante de Valtierra (Navarra), que pesa la friolera de 1.157,50 kilos! No obstante, es una hortaliza delicada a pesar de su tamaño. No tolera bien el frío. De esta manera, su temporada óptima es desde verano hasta los primeros meses de otoño.

Se trata de un alimento vinculado a la cultura anglosajona, principalmente gracias a Halloween. No obstante, lleva consumiéndose en la Península Ibérica desde siglos antes de que nos llegase tal festividad. Fue importado de los árabes, ya que es típico del Mediterráneo. Así pues, ya formaba parte de la dieta de los egipcios, griegos y romanos.

La versatilidad de las calabazas españolas

Estamos ante un ingrediente muy versátil. Esta cualidad nos permite prepararlo de muchas formas distintas. Algunas de ellas son frito, salteado, rehogado, relleno, asado, relleno… También se puede emplear en ensaladas, tortillas, cremas o pistos, aportándoles un agradable sabor. Una lista de usos sería demasiado larga. Sirve perfectamente para preparar platos tanto fríos como calientes. Tanto dulces como salados. Posiblemente el uso más conocido que se le da en España sea la crema de calabaza

crema de calabaza
Crema de calabaza

Para elaborar un «platazo» no vale cualquier calabaza. Vamos a explicarte cómo puedes encontrar la mejor. En primer lugar, hay que tener en cuenta el tamaño. Este debe ser mediano, ya que la carne de las grandes suele ser más amarga. Además, su piel debe ser brillante y suave. Vigila que no esté muy dura, pues puede estar seca por dentro. Si la que has cogido es buena, aguantará hasta dos meses en tu casa si no la abres. En cambio, si la cortas en trozos para guardarla en la nevera te durará un mes. 

Ricas y saludables

Las propiedades de las calabazas españolas se aprovechan mejor sin pelarlas. Por ello es que debes lavarlas bien antes de cocerlas. Las vitaminas A y C, calcio y hierro son sus nutrientes más reseñables. Además se caracterizan por la ausencia de colesterol y la ridícula presencia de grasas y sodio. La vitamina A es conocida por proteger la piel y la visión. También es capaz de reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cáncer por los carotenos que contiene. 

La calabaza española es alargada
La calabaza española es alargada

Si estás de dieta para adelgazar te van a venir de perlas las calabazas españolas. Su aporte energético es bajo y contienen mucha fibra, por lo que mejoran el tránsito intestinal. Esta fibra también retiene la glucosa, por lo que podría ser beneficiosa para diabéticos, según un estudio publicado en CNKI. Sus famosas pipas también son de alto valor nutricional y beneficiosas para el sistema circulatorio.

Variedades de calabazas en España

La calabaza alargada de verano de la que hablamos antes no es la única en el mercado. La calabaza de invierno es una variante más dulce y más seca que la anterior que se cosecha en marzo. A diferencia de la primera, posee menos agua y su piel es más dura. La cantidad menor de agua le proporciona una vida mucho mayor que la de verano. Dura hasta seis meses sin abrirla, bastante más que la de verano. Gracias a esta dicotomía podemos comer calabaza en cualquier mes del año.

Calabazas de Halloween
Calabazas de Halloween

También encontramos otras variedades de calabaza en España más allá de la dicotomía verano-invierno. Entre estas se cuentan las guinea, de Barbate, murciana, cabello de ángel y roteña. La cabello de ángel se caracteriza por su carne. Esta forma fibras que se asemejan al dulce del mismo nombre. La guinea también forma ebras aunque no tan finas. Dicho de una forma muy rápida, sus diferencias residen en la textura de la carne, en el tamaño y la forma. La guinea y la roteña son más redondas que la de Barbate, por poner un ejemplo. 

Hay unas cuantas clases de calabazas españolas con las que experimentar en la cocina. Cada una de ellas posee unas características propias que la harán más indicada para determinados platos. No esperes más y utiliza la que más te llame la atención. 

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