¿Conoces la cecina de León? Pues resulta que es mejor aún de lo que se pensaba para la salud. Descubre sus recién descubiertos beneficios en este artículo antes de ir corriendo a la tienda más cercana. ¿De qué parte de la vaca sale esta delicia? ¿Qué aporta el ahumado? Veámoslo.
¿Qué hace especial a la cecina de León?
El pasado lunes 17 de enero se hicieron públicas las conclusiones de un estudio sobre la calidad nutricional de la cecina de León. Jesús Julio Carnero (consejero de Agricultura, Ganadería y desarrollo rural de Castilla y León) compareció en la sede de su IGP. “Esta cecina es buena para los músculos, por sus proteínas, y buena para las defensas, por su contenido en hierro, zinc y vitamina B12”. Así pues, el Insituto Tecnológico Agrario de Castilla y León ha comprobado las provechosas ventajas de un producto icónico.
La cecina de ternera no tiene nada que ver con un embutido. De hecho se parece más al jamón serrano que a cualquiera de estos. Es decir, se trata de carne curada de los cuartos traseros de la vaca que ha sido deshidratada que sometida a un proceso de salado. Este, además del ahumado le aportan su sabor característico. Sin lugar a dudas, este método de conserva tradicional, se ha convertido en santo de la devoción de deportistas y personas preocupadas por la alimentación. La razón es el reducido número de calorías y el porcentaje alto de proteínas.
En el caso que tratamos hoy, el de la cecina de León, quedan constatados por el estudio varios datos importantes. Además de su elevado contenido en proteínas, destaca por sus altos niveles de potasio, fósforo, hierro y zinc. Por si fuera poco, también resalta por la famosa vitamina B12. Por lo tanto, te exhortamos a apoyar a los ganaderos leoneses y consumir cecina de esta zona cuando tengas la ocasión. Sabrás que estás comiendo un producto saludable de primera calidad.
