Comer en Belice es un auténtico placer. Y es que este país centroamericano, bañado por el Mar Caribe, nos ofrece una variedad de platos en la que se fusionan varios estilos gastronómicos. ¿No conoces esta joya? No pasa nada, te acercamos a ella en estas líneas.
La joya del Caribe
Situado en el sureste de la península del Yucatán, Belice es una de las joyas desconocidas del continente americano. Bañado por el Caribe, este país perteneciente a la Commonwealth británica, es un compendio de culturas. Una mezcla de tradiciones y costumbres fruto de las vicisitudes históricas vividas en sus largos siglos de Historia. Ya poco queda de la cultura maya local, pero la conquista española y la posterior unión a la Corona inglesa han propiciado esa característica propia.
Aunque su idioma oficial es el inglés, los idiomas mayoritarios de este territorio son el castellano y el criollo beliceño. También es destacable el hecho de que el 10% de la población chapurreen el idioma maya. El país caribeño destaca por sus paisajes, pero sin duda, el gran desconocido es su gastronomía. Y es que comer en Belice es un auténtico placer, aunque la mayoría de personas aún no lo saben.
¿Qué comer en Belice?
La gastronomía beliceña es una amalgama de platos y productos provenientes de las diferentes culturas y tradiciones de los grupos sociales del país. Comer en Belice es sinónimo de mezclar la comida caribeña y mexicana con toques anglosajones. Los ingredientes básicos son el arroz y los frijoles, consumidos a menudo con verduras, carnes o pescados. La leche de coco y los plátanos fritos son los acompañamientos más comunes de la mayoría de platos.
Aunque los platos son sencillos, es muy común el uso de muchas especias en su elaboración, entre las que destacan el laurel, cilantro, jengibre, tomillo y achiote. La mayoría de los platos destacan por su ligero sabor picante, ya que el uso del chile es muy común. Como curiosidad podemos destacar la presencia de platos «exóticos» en su recetario, tales como el guiso de armadillo.
Los mejores sitios para comer en la capital
Hay una infinidad de sitios donde comer en Belice. Y es que este país, cuyo turismo va poco a poco en aumento, está dando pasos adelante para recibir bien al millón largo de visitantes que recibe al año. Aunque la mayoría de los establecimientos se distribuyen por diferentes zonas de Ciudad de Belice, capital del Estado, existen otros muchos en sitios muy turísticos del país.
En la capital vamos a destacar el Restaurante Nerie’s, un local con precios moderados, asequible a todos los bolsillos. Sus especialidades son los guisos, las sopas de marisco con arroz y coco. También ofrece una amplia variedad de carnes a la parrilla, acompañados de arroz y frijoles. En cuanto a los postres, a destacar el pastel de boniato. Sin duda un establecimiento muy tradicional y que cuenta con opiniones favorables en la red.
Cayo Corker, el paraíso
El Cayo Corker es una isla situada al noreste del país, que en los últimos años se ha convertido en un destino principal para los turistas. Con muy pocos habitantes, los nativos han vivido principalmente de la pesca y la agricultura local, sobre todo de la producción de coco. En los últimos años, la construcción artesanal de embarcaciones ha ido aumentando su importancia, pero, como ya hemos comentado, el turismo se ha convertido en la principal actividad económica.
En este territorio podemos destacar dos establecimientos por encima del resto. Uno es el Amor y Café, cuya especialidad son los desayunos, donde destacan sus zumos, sus cafés y los sandwiches. El otro es el Restaurante Hibisca. Situado en un lugar estratégico de la isla, su decoración y su carta le hacen un negocio particular. Sus platos tienen influencias americanas, europeas y asiáticas. Estos se sirven con pequeños toques de alta cocina, un giro de tuerca a la gastronomía local.
Como has podido comprobar, comer en Belice o probar algún plato de la gastronomía beliceña es algo que no puedes dejar escapar. Y es que este país nos ofrece una infinidad de productos y recetas con los que sorprendernos, que sumado a sus paisajes y cultura, se convierten en una unión perfecta. ¿Qué más necesitas para descubrirlo?
