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¿Cómo reducir emisiones de CO2 con leche?

¿Se pueden reducir las emisiones de dióxido de carbono mediante los desechos de la leche? Vamos a ver en qué consiste esta curiosa iniciativa para evitar el desastre ecológico.

Una preocupación creciente

No se trata de un asunto actual. Las emisiones de CO2 llevan tiempo disparadas y ahora es cuando notamos las consecuencias. El cambio climático ha supuesto importantes olas de calor que llegan para quedarse. Además, los cambios también se presentan en forma de sequías o heladas capaces de echar a perder las cosechas.

Es por ello que los científicos llevan ya tiempo pensando en soluciones. Una de ellas la tratamos en este artículo y data de 2020. Consiste en emplear el excedente de la leche para capturar emisiones. Parece contradictorio, ya que las vacas resultan responsables del 15% del cambio climático. Principalmente lo hacen a través del metano, un gas que tarda mucho más en desaparecer de la atmósfera. Además, este calienta más que el CO2.

Leche de cultivo celular leche y colesterol/reducir emisiones
La leche requiere gran cantidad de agua y espacio para su producción. Fuente: objetivobienestar.com (pinterest.com)

Entonces, ¿de verdad hace falta producir más leche para reducir las emisiones? Es cierto que no tendría ningún sentido. Basta con aprovechar el excedente. Así pues, debemos tener en cuenta de que aunque se produce más leche que antes, su consumo ha decrecido en occidente. Por ello es que contamos con mucha leche que sobra y se desperdicia. Ahora bien, ¿qué podemos hacer con ella?

¿Cómo reducir emisiones con el desecho?

Pongámonos técnicos. Esto es posible mediante un proceso químico. Para esto se necesita convertir la leche en polvo en biocarbón. Este se activa mediante las altas temperaturas en plantas industriales al calentarse la leche en polvo a 400 grados. Tras este proceso deja microporos ricos en nitrógeno y oxígeno. A través de estos pasa el vapor de agua mientras le cuesta colarse al carbono.

Suena complicado, ya que es un tema muy técnico. Sin embargo, se trata de una solución interesante para un problema creciente. Es decir, hoy en día el sector alimenticio es responsable del 30% de las emisiones de CO2. Esto es hoy en día. Sin embargo, a medida que los países se desarrollan, millones de personas entran en la clase media. Estas comienzan a consumir más carne y lácteos. Por lo tanto, si los patrones no cambian, estas emisiones aumentarán.

Más impuestos a los lácteos y la carne

De hecho, ahora mismo existe un movimiento que pide gravar con más impuesto la carne y los derivados de la leche. La razón que alegan los defensores de la idea es reducir las emisiones de gases contaminantes. Así fue como más de 5.000 ongs y algunas empresas de más de cien países firmaron una carta dirigida a los gobiernos. Su objetivo es que el impuesto se implemente en los 50 países que más carne consumen.

vacas locas/pienso/reducir emisiones
Los ganaderos ven con malos ojos una subida de impuestos que consideran injusta/Fuente: Pixabay

Hoy en día Dinamarca prepara un impuesto de estas características para finales de año. Por otro lado, Nueva Zelanda implementará uno para las emisiones del ganado en 2025. Sin embargo, los ganaderos protestan. Incluso el presidente colombiano entrante, Gustavo Petro, incluye subir el impuesto de la carne y los lácteos en su proyecto de reforma fiscal. Alegan que no todos los métodos de producción son igual de contaminantes. Por lo tanto no debería tipificarse todo de la misma manera.

En cualquier caso, ¿te ha parecido interesante la propuesta de la leche para reducir emisiones? Existen soluciones muy creativas. Lo que falta es voluntad para implementarlas a tiempo.

 

 

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