Torrijas, banquetes con la familia, alguna cervecita que otra… Los caprichos de la Semana Santa nos han dejado algún que otro kilito de más; y aunque eso está genial y seguro que nos sientan de miedo, nunca está de más darle al cuerpo un respiro y mimarlo un poco, así que hoy te traigo algunos consejos para eliminar esos excesos de la Semana Santa.
Las frutas y las verduras, nuestras aliadas después de los excesos de la Semana Santa
Aunque es obvio y ya os lo imaginarais, uno de los primeros puntos para empezar a cuidar nuestro cuerpo es incorporar de nuevo a nuestra dieta frutas y verduras. Los espárragos, las acelgas, el calabacín o la berenjena, son algunas de las verduras de temporada que podemos incluir en nuestros menús. Por otro lado, las fresas, los fresones y las cerezas son protagonistas en primavera y podemos incluirlas tanto en postres, como en smoothies, zumos o incluso en ensaladas.
El agua, nuestra mejor aliada
No hay que olvidar que la cerveza no hidrata, el agua sí. Después de los excesos de la Semana Santa, otro pilar fundamental es la hidratación. No solo desintoxica nuestro organismo, si no que además, el consumo de dos litros de agua al día nos ayudará a facilitar la eliminación de toxinas y a sentirnos saciados. Además del agua, algunas infusiones como el té verde, estimulan la quema de grasa y son muy beneficiosos para nuestro organismo.
Acudir a un especialista nunca está de más
Por último y más importante: dejarnos aconsejar por un especialista. Bien sea un nutricionista titulado, bien sea un endocrino; los especialistas están ahí para ayudarnos. Seguir una dieta sana y saludable no sirve de nada si no está pautada por una persona especializada en el tema. Además, querernos y darnos caprichos también está muy bien de vez en cuando y forma parte del bienestar general, así que si has cogido algo de peso esta Semana Santa, ¡bienvenido sea si has disfrutado!
