Prepárate para uno de los condimentos japoneses más interesantes: el furikake. Es muy popular en el reino del sol naciente aunque no nos suene aquí en occidente. ¿Qué tiene que ver con la Segunda Guerra Mundial? ¿En qué platos puedesusarlo? Sigue leyendo y quítate de dudas.
¿Cuáles son sus usos?
Su nombre puede recordarte quizá a la comida japonesa. ¡Has acertado! Si te gusta el apasionante mundo de la gastronomía nipona sabrás que sus platos no destacan precisamente por su llamatividad. No encontrarás alimentos con sabores fuertes, picantes o que puedan molestar a los paladares sensibles. Se trata de una cocina hecha para no destacar hasta que llegan los componentes elementales: los condimentos. Estos se encargan de dar sabor a cada plato para que pase de insulso a obra de arte.
Dentro de los condimentos encontramos uno muy llamativo. El furikake es algo fundamental en la dieta japonesa a pesar de ser desconocido en occidente. ¿Cómo se prepara? Pues hay muchas maneras, lo que implica una gran riqueza de orden gastronómico. Se trata de una serie de alimentos deshidratados y molidos. Algunos de los más empleados son las algas nori, pescado seco (generalmente katsuobushi), sésamo, verduras deshidratadas, raíz de wasabi…
De ello dependerá dar con un furikake más o menos fuerte. Por lo general se presenta en forma de polvo y posee diferentes usos. Lo usual es espolvorearlo sobre el arroz blanco cocido. Sin embargo, también se usa para sopas, guisos, pastas o pescados. Lo ideal es añadirlo en caliente para que la temperatura potencie los sabores del furikake y ayude a integrar los componentes.
¿Cuál es la historia del furikake?
Todo empezó a mediados del siglo XX. Las islas japonesas estaban devastadas tras la incruenta guerra en la que participaron y que terminó con dos bombas atómicas en su territorio. Ante este panorama, se llevaron a cabo medidas de reestructuración para crear un nuevo Estado fuerte y democrático, además de una economía modernizada. Durante estos reajustes seguía habiendo mucha pobreza y la inseguridad alimentaria acechaba a muchos lugares como la sureña isla Kyushu.
En esta los niños tenían serias deficiencias de calcio, por lo que el farmacéutico Suekichi Yoshimaru, decidió que debía hacer algo. Elaboró un condimento capaz de enriquecer el alimento más básico de la dieta nipona, el arroz. Este, aunque llene, por sí solo aporta hidratos de carbono y muy poco más. Lo llamó Gohan no Tomo (amigo del arroz) y se popularizó muy rápido entre la gente. Este es el precursor del furikake ¿Te animas a probarlo?