¿La Navidad se ha vuelto «veggie«? Eso sostiene el reciente estudio de Nestlé que viene a confirmar algo que ya sabíamos. Los hábitos alimenticios están cambiando. ¿Cómo afecta ello a las tradiciones navideñas? ¡Vamos a descubrirlo en este artículo!
Tradiciones cambiantes
Las tradiciones gastronómicas tienen un gran peso en las Navidades. Carne, marisco, canelones, besugo al horno… Son distintos platos que degustan las familias cuando cada uno de los miembros se reúne en la mesa. Sin embargo, lo único constante es el cambio, también en la alimentación. El «VIII Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias» evidencia que nuevas tendencias. Estas se han colado en la mesa de Nochebuena. Así pues, el cambio más significativo es la disminución del peso de la carne.
Hasta un tercio de los españoles comerá más «veggie» en estas Fiestas, según el sondeo. Con ello nos referimos a que llevará una dieta vegetariana, vegana o flexitariana (consumo de carne ocasional). El principal motivo que les lleva a ello es la salud. Por ello es que el 27% de los encuestados señala que quiere evitar el tradicional consumo excesivo de carne navideño.
La preocupación por los recursos que consume la ganadería y su impacto ambiental es la segunda causa (22%). Para acabar, están quienes lo hacen para evitar el sufrimiento animal y el empacho (18% en cada respectivamente). Tener un invitado «veggie» ha marcado la diferencia en el 13’5% restante.
Los platos veggies se cuelan en nuestras cenas
Un factor a tener muy en cuenta son las alternativas a la carne que cada vez cobran más presencia. Ahora incluso aparecen en las tradiciones gastronómicas más arraigadas. Los hogares «veggies» optarán por las verduras y hortalizas (70%), incluirán más frutos secos y más cereales. Cabe destacar que aumenta el consumo de derivados de estos últimos como arroces y masas. Sin embargo, lo más reseñable es que las ya mencionadas alternativas a la proteína animal, carne y lácteos. Se presentarán en más de la mitad de estos hogares.
Para acabar nos remitimos a la demografía para confirmar un dato que suena bastante razonable. Los jóvenes (entre 20 y 30 años) son los más proclives al cambio de costumbres. Mientras tanto, la franja de edad a partir de los 50 años es la que más reacia se muestra. Eso sí, quienes no quieren preparar opciones «veggies» lo hacen en gran parte porque aman los platos clásicos (58% de ellos). El resto lo hace porque no ve necesidad aunque un cuarto de ellos intenta cuidar el medio ambiente de otras formas. ¿Tú qué cenarás estas Fiestas?