Los amantes del mutabal y de la gastronomía de Oriente Medio dirían que el mutabal es perfecto siempre, pero es que con el calor y las berenjenas en su mejor momento el mutabal es ideal, perfecto y delicioso como entrante de una comida de verano.
El mutabal es una crema o paté elaborada principalmente con berenjenas muy similar al conocido humus que se elabora con garbanzos y muy típica de Siria y el Líbano. Su elaboración es sencilla y es un plato muy sano, fresco y vegetal que se puede comer en diferentes momentos del día.
La sencilla elaboración del mutabal
Como en otros muchos platos la materia prima es muy importante. Las berenjenas deben ser de un tamaño medio y carnosas.
En primer lugar debemos asar las berenjenas en el horno. A una temperatura media de 200 º y esperar que se su piel se empiece a quemar. Ese es el mejor momento para finalizar el horneado de las berenjenas. Es el momento que la cocción en el interior de la berenjena es completo.
Una vez finalizado el horneado y cuando no estén calientes las pelaremos. Es el momento que debemos sacar todas las semillas de las berenjenas. No es complicado son unos rosarios de semillas que están en la parte central del fruto.
El mutabal original no se tritura y simplemente se machaca el fruto con un tenedor o similar. Actualmente se tritura de forma automática, si es así lo más recomendable es no dejarlo excesivamente fino. A la masa le añadiremos un poco de zumo de limón, sal , un poco de ajo al gusto y un generoso chorro de aceite de oliva. También le añadiremos un poco de tahini o tahín, una pasta elaborada con semillas de sésamo y que acompaña el humus y el mutabal y que ya se encuentra en muchos supermercados y tiendas.
Ahora tan solo nos quedar hacer una mezcla homogénea y similar a la de un paté. Para comerlo es ideal el pan árabe pero también verduras como la zanahoria que nos permita untar. El mutabal es un gran entrante y acompañante de carnes de cordero, ternera o pollo.
