¿Te apetece probar la bebida de cebada reciclada? Has leído bien. Se puede reciclar la principal materia prima de la industria cervecera. Hoy te presentamos la bebida estadounidense que presenta soluciones al medio ambiente. ¿Es tan ecológica esta bebida? ¿Realmente suple las propiedades la leche de vaca? ¿Qué papel juega la economía circular en todo esto? No te quedes con las ganas y sigue leyendo. En este artículo te explicamos las claves.
Beneficios ambientales de la bebida de cebada reciclada
Los desechos de las fábricas de cerveza ya han encontrado otro uso. Es bien sabido que se emplea para alimentar a las reses e incluso para hacer biocombustible. Sin embargo, la alternativa de reciclaje que traemos hoy es completamente diferente. Esta se llama Take two y procede de Estados Unidos. Básicamente se trata de una bebida vegetal en la línea de la de soja, guisante, avena… Sin embargo, lo llamativo es que sus propiedades nutricionales se asemejan bastante a la leche de vaca.
Lo primero a tener en cuenta es que se trata de un producto muy sostenible. Además apoya la economía circular al darle uso a desperdicios que siguen siendo valiosos pero que hasta hace poco se tiraban. Debemos tener en cuenta que la leche de vaca consume mucha agua, ¡algunas fuentes estiman que cada litro requiere mil! Por ello es que resulta interesante, y conveniente, encontrar alternativas capaces de producir los mismos nutrientes con menor impacto.
Dentro de estas alternativas debemos tener en cuenta que no todas son tan ecológicas. De hecho la soja tienen una enorme responsabilidad en la deforestación del Amazonas. No obstante, debemos reseñar que la mayor parte de esta soja se emplea como forraje para ganado. Por lo tanto, consumir bebida de soja por sí sola ya es un avance. Sea como sea, la bebida de cebada reciclada es un producto muy ecológico que presenta soluciones a los problemas de salud ambiental.
¿Qué aporta a nuestra nutrición?
Desde un punto de vista nutricional, podemos hablar maravillas de esta bebida. Su receta incluye ingredientes como cebada rejuvenecida (a la que se le da otra oportunidad) y proteína de guisantes. Esta última aporta aminoácidos esenciales. Otros son el aceite de girasol y aceite de coco para que la bebida tenga una buena textura y un adecuado contenido en grasa. Por último destacamos la raíz de achicoria, fuente de fibra prebiótica capaz de promover una buena digestión.
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Además le añaden calcio, potasio y vitamina D. De esta manera es como los creadores de la bebida de cebada reciclada logran un producto similar a la leche en cualidades organolépticas y nutricionales. Nos referimos a un producto cremoso, suave y versátil que aún no se vende en muchos lugares. Tan solo en tiendas de alimentación especializadas de ciertos estados. Sin embargo, si los consumidores la aprecian, es casi seguro que se expanda por el país. Incluso es posible que traspase sus fronteras.
Todo muy bonito, ¿verdad? Ahora toca la dura dosis de realidad. El pack de dos botellas de litro cuesta casi 10 dólares. Esto son 8’5 euros. Probablemente te eche para atrás. Aún está por ver si pueden rentabilizar más el proceso de reciclaje para amortizar costes. Hasta entonces, ya sabes lo que cuesta. Puedes obtenerla en formato sin azúcar, original, con sabor a chocolate y vainilla. No dudes en probarla si viajas a EE.UU. aprovechando que ya va a abrir las fronteras.
