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Chupar la cabeza de las gambas, ¿riesgo?

Quedan menos de quince días para que comiencen las tradicionales comilonas navideñas en familia. Y en esta última semana se ha movido mucho en redes sociales una alerta que se creó en 2011 sobre chupar la cabeza de las gambas. Fue la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) la que recomendó que los comensales evitasen saborear esa parte del marisco por sus altos niveles de un metal. Concretamente, del cadmio, muy tóxico para el organismo y en especial, para el riñón. Cigalas, langostinos u otros crustáceos suelen contener este elemento, así que conviene prevenir su ingesta en las comidas de la Navidad. Pero, ¿existe un riesgo real por el que la población deba preocuparse mucho? ¿Qué otros perjuicios para la salud aparecen en estas fechas?

Niveles seguros de consumo del metal

Dada la proximidad de esos días en los que se incrementa considerablemente el consumo de marisco en nuestro país y otros europeos, la ‘viralidad’ de la recomendación ha sido notable. Sin embargo, no se trata de una nueva o desconocida alerta, pues hace ya ocho años la AECOSAN aconsejó limitar la ingesta del metal pesado. En 2009, calculó que los niveles de cadmio seguros para una persona por semana debían ser de no más de 2,5 microgramos por kilo de peso. Hasta esa fecha, la agencia fijaba ese límite pero por siete semanas, algo que modificó bastante a partir de entonces. En otras palabras, un comensal de 70 kilos puede ingerir unos 0,175 miligramos cada siete días como máximo.

Por tanto, si se tiene en cuenta que las partes blancas de los mariscos tienen unos 0,08 miligramos por kilo, siempre según AECOSAN, podrías consumir hasta dos kilos por semana sin problema. Ahora bien, debes barajar también que existen otros productos que contienen el metal pesado, aunque en otras cantidades. Aquí es cuando entra en juego el hecho de chupar la cabeza de las gambas. Porque resulta que estas partes contienen el cadmio en unos niveles multiplicados por cuatro. Algo que se vuelve bastante más arriesgado en el caso de los cangrejos, pues en estos crustáceos se multiplica por treinta la cantidad del elemento.

chupar cabezas de las gambas

Entonces, ¿puedes chupar la cabeza de las gambas?

«Los consumidores deben ser conscientes de que el consumo de estas partes (vísceras) de los crustáceos pueden conducir a una exposición inaceptable de cadmio. Particularmente cuando la ingesta es habitual», advierten desde AECOSAN. Durante las Navidades, se suceden las comidas y cenas con estos exquisitos productos del mar cuya presencia en la mesa tan solo suele ser muy puntual el resto del año. Al menos, para una familia con una renta normal o modesta, ya que el precio del marisco es elevado.

Por tanto, chupar las cabezas de las gambas sí es un acto recurrente en las grandes comilonas familiares, pero totalmente innecesario. Deseas aprovechar el sabor adherido a dicha parte del manjar, caracterizado por ese toque a sal y limón que condimenta al gusto natural propio del producto marino. Pero, más allá de eso, no hay ningún motivo de mayor peso para ingerir unas cantidades de cadmio que puedes evitar. Porque por encima del placer en tu paladar está la salud, que siempre debe primar.

Además, debes saber que este metal, con un consumo en elevada cantidad, pasa a la sangre y de ella tanto al riñón como al hígado. Se almacena en ambos órganos, sin que pueda calcularse con exactitud qué niveles del elemento tóxico tienes en tu organismo. Incluso expertos en seguridad alimentaria como Gemma del Caño aseguran que «permanece durante 20 o 30 años en el cuerpo».

Perjuicios con otros excesos navideños

El riesgo del cadmio en proporciones inadecuadas está ahí en fechas señaladas, pudiendo asociarse con problemas óseos, disfunción renal o incluso cáncer, en caso extremo. Sin embargo, no es la única preocupación para tu salud, ya que otros excesos navideños son hasta más perjudiciales. Entre ellos, cabe recordar el alcohol como ejemplo más evidente. Aunque su consumo esté normalizado y se minimicen los peligros de su ingesta, es una bebida con la que se debe llevar cuidado. Lo mismo sucede con el tabaco, a pesar de que igualmente mucha gente ignora sus efectos nocivos.

En conclusión, conviene no chupar la cabeza de las gambas por mero placer, pero sí es recomendable caminar o pasear tras los atracones navideños. Abusar de los dulces tampoco es bueno. ¡Así que ya sabes, disfruta de los grandes productos pero con moderación! Te espera un ilusionante 2020 y debes estar sano.

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