Cuando seguimos en plena temporada de recolecta de estos productos que crecen en la tierra más salvaje, te ofrecemos algunas habituales formas de cocinar setas. Así, junto a unas exquisitas e interesantes recetas, podrás incluirlas en tus platos diarios de distintas maneras y con diversos ingredientes. Adapta este hongo comestible a tu gusto más personal, prueba con nuevas elaboraciones e intenta sorprender a tu paladar con sus sabores. Desde los típicos champiñones hasta los níscalos o lepiotas de la presente campaña, disfruta de cada tipo.
Hasta siete formas de cocinar setas
- Sofritas en aceite: esta es de las más populares formas de cocinar setas, por su simplicidad y sencillez. Tan solo tienes que añadirlas a una sartén con aceite, un poco de sal y gotas de limón al gusto. Se mantienen unos minutos hasta que se doren un poquito, sin que se oscurezcan. Se sirven así directamente para comer.
- En revuelto: una vez completado el proceso anterior de rehogar, se mezclan con un huevo batido en la misma sartén hasta que la textura cuaje bien. Se puede añadir algún ingrediente más si lo deseas.
- Al ajillo: igualmente se rehogan pero con un ajo picado para más tarde echar perejil e incluso alguna especia picante si te gusta, como la cayena.
Estas tres citadas formas de cocinar setas que tienen en común el hecho de sofreír o rehogar son ideales para champiñones, níscalos, setas de cardo y setas de San Jorge. A continuación te presentamos otras cuatro maneras más de elaborarlas.
- Guisadas: tras el proceso de sofrito explicado antes, las setas se pueden añadir como guarnición a un guiso de patatas y carne, por ejemplo, de cerdo. Lo recomendable es que tengan una larga cocción, sobre todo las setas de cardo, las senderuelas o las lepiotas.
- Rebozadas: también se pueden obtener excelentes resultados utilizando huevo, pan rallado o harina para rebozar hongos de gran tamaño como el boletus o la macrolepiota.
- Al vino: esta es una de las formas de cocinar setas más largas. Tras quince minutos de hervido en agua, el producto principal se rehoga a fuego lento durante otros treinta, en aceite y vino blanco seco. Luego, se sirven espolvoreadas con queso rallado y alguna especia al gusto. Las setas que son más duras quedan ideales en esta preparación.
- En unos fabulosos ‘pintxos’: una receta original con champiñones que resulta de pasar por la sartén tanto estos hongos como los otros elementos que desees incluir en un pincho. Te proponemos carne, pimiento verde y rojo, cebolla y calabacín.
- Con nata o mantequilla es la última propuesta que te hacemos, después del salteado de las setas y el añadido de uno de estos dos ingredientes. Los países del norte europeo las suelen elaborar así con frecuencia.