El gran momento de venta de jamones suele ser en las fechas navideñas, cuando paletas y otras piezas se regalan en lotes para trabajadores de empresas, sobre todo. Si te surgen algunas preguntas sobre el jamón con puntos blancos, te las aclaramos a continuación en este texto. Esta es una de las cuestiones más frecuentes que pueden generar confusión en el consumidor. ¿Está el jamón en condiciones óptimas para su consumo? ¡Atento!
¿Qué son los puntitos blancos?
Lo más importante es aclarar que la aparición de estos puntitos blancos no denotan en ningún caso que la pieza sea de mala calidad o que no se pueda consumir. El jamón se puede comer tranquilamente. En realidad, lo que te muestra es que la maduración ha sido lenta y de forma natural. Esto no significa que, por el hecho de que aparezcan, el producto sea de alta calidad pero tampoco significa que sea de baja calidad.
Algunas personas asocian ese aspecto a una calidad alta porque suelen aparecer más, como es natural, en maduraciones largas que son mayoritariamente las que tienen los jamones de alta calidad. Tampoco significa que las condiciones de la maduración no hayan sido óptimas.
Los puntos blancos tampoco se deben confundir con la concentración de sal como muchos creen. Estos son y se crean con la concentración de unos aminoácidos esenciales llamados tirosina. El origen de estos aminoácidos son la proteína de la carne del cerdo. Esta se produce en el proceso de curación de jamones y embutidos, en general, cuando la concentración de esta tirosina se cristaliza.
En conclusión, si te encuentras un jamón con puntos blancos no te alarmes porque está todo correcto. Probablemente haya tenido una larga maduración y en este proceso se han producido. Además, la aparición de la tirosina va asociada a un nivel de sabor mayor.