La lúcuma es el fruto del árbol del lúcumo, un árbol originario de la zona andina de Perú. En algunos países de la zona se le conoce como mamón. Es un árbol muy poco exigente en la calidad de la tierra, rústico y muy adaptable a sequías. En el país latino se conoció como el oro o fruta de los Incas. Esto se debe a que, además de ser una fruta de un sabor muy característico y dulce, se le atribuyen muchas propiedades medicinales. ¡Conoce más sobre ella aquí!
De corteza verde, brillante y de un tamaño pequeño, la lúcuma es una fruta dulce y de un sabor muy agradable. En el interior es de un color anaranjado y con unas semillas de color marrón. Existen dos variedades principales: la de palo y la de seda, esta última utilizada como fruta fresca. La variedad de palo es más dura y áspera, se utiliza para elaborar polvo o harina de lúcuma, muy utilizada en repostería y heladería.
Las propiedades de la lúcuma
Sin embargo, aunque muy valorada en cocina y repostería, por lo que realmente destaca es por sus propiedades nutricionales. Forma parte de los llamados ‘superalimentos’. Con alto nivel en proteína (20 gramos por kilo) y niacina vitamina B3, calcio, hierro, fósforo y vitamina C. Por todo ello, es muy apropiada para personas con colesterol alto y personas con diabetes tipo II. Esto porque ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre. Además tiene un buen nivel de fibra y está libre de gluten.
Por su alto nivel de vitamina B3 ayuda al metabolismo y a producir energía, lo que activa a personas con bio ritmos bajos. También es un buen antioxidante y antiinflamatorio natural según reflejan los estudios realizados en la Universidad de Nueva Jersey. Su alto nivel de hierro ayuda a la producción de hemoglobina en sangre, por lo que es un buen complemento para mujeres y embarazadas.
Para poder consumir lúcuma en zonas que no puede llegar fresca es una buena solución utilizarla en polvo. Se recomienda incorporar una cucharada en los batidos, infusiones y utilizarla en recetas de repostería sustituyendo el azúcar blanco.
